Erupciones cutáneas, náuseas, desvaríos, la rabia y otros síntomas extendidos
Son varias las investigaciones que intentan arrojar cierta luz sobre el futuro incierto de aquellos que lograron vencer la pesadilla del coronavirus. Sus consecuencias perduran con nuevos síntomas, una vez se abandona el hospital, especialmente en los casos más graves, y son muchos los que se ven obligados a alargar los tratamientos.
La neumonía es uno de los efectos más comunes producidos por el coronavirus. Los pacientes que experimentan este tipo de infecciones de forma severa, junto a síntomas como una inflamación prolongada, pueden tener más riesgo de padecer enfermedades futuras.
Las personas mayores, las más afectadas por el coronavirus, corren un mayor riesgo de padecer a síntomas a largo plazo otro tipo de enfermedades graves o incluso discapacidad. Según informa, Sharon Inouye, geriatra de la escuela de medicina de Harvard dedicada al cuidado de la tercera edad.
Aunque todavía no hay investigaciones extensas al respecto, las discapacidades derivadas de la Covid-19 deben ser similares a las que produce una neumonía severa. Los estudios, no obstante, muestran como la mayoría de pacientes recuperados no desarrollan síntomas de secuelas pulmonares.
Se establecen 48 síntomas persistentes luego de la remisión de la enfermedad
Las estancias prolongadas en UCI pueden provocar síntomas físicos y mentales a futuro. Pueden derivar en casos de atrofia muscular y debilidad ante la falta de movilidad.
A las secuelas físicas habría que sumar los efectos psicológicos que puede desencadenar el estrés generado la enfermedad en los pacientes recuperados. Los profesionales prevén un aumento importante de los problemas de salud mental una vez pase la crisis.
Los administradores de enfermería realizaron entrevistas más detalladas a 172 clientes hospitalizados por Covid-19 e identificaron múltiples síntomas persistentes a remisión:
Fatiga (58%) / Dolor de cabeza (44%) / Trastorno de la atención (27%) / Pérdida del cabello (25%) / Disnea o sensación de falta de aire (24%) / Ageusia o pérdida del gusto (23%) / Polipnea o aumento de la frecuencia respiratoria (23%) / Anosmia o pérdida del olfato (21%)
Tos persistente (19%) / Dolor en las articulaciones (19%) / Sudoración (17%) / Dolor en el pecho (16%) / Náusea (16%) / Pérdida de memoria (16%) / Pérdida de audición (15%) / Tinnitus o pitidos en los oídos (15%) / Ansiedad (13%) / Pérdida de peso (12%) / Trastornos digestivos (12%) / Alteraciones cutáneas (12%) / Depresión (12%) / Dolor general (11%) / Aumento de la frecuencia cardiaca en reposo (11%) Febrícula (11%) / Trastornos del sueño (11%) / Capacidad pulmonar reducida (10%)
Apnea del sueño (8%) / Escalofríos (7%) / Problemas de salud mental (7%) / Ojos rojos (6%) / Enfermedad psiquiátrica (6%) / Fibrosis pulmonar (5%) / Enrojecimiento facial (5%) / Diabetes Mellitus (4%) / Esputo (3%) / Dolor de garganta (3%) / Edema de extremidades (3%) / Mareos (3%) / Ictus (3%) / Disforia (experimentar emociones desagradables) (2%) / Trastornos del estado de ánimo (2%) / Trastornos obsesivo-compulsivo (2%) / Hipertensión (1%) / Miocarditis (1%) / Insuficiencia renal (1%) / Trastornos de estrés post-traumático (1%) / Arritmia (0,4%) y/o Paranoia (0,3%).
Algunas de los síntomas comunes son la fatiga, dificultad para respirar y pérdida prolongada del gusto y el olfato. Además, los pacientes con enfermedad prolongada, experimentaron efectos secundarios menos comunes, como caída del cabello, neuropatía y problemas de coordinación y equilibrio.
Hasta ahora se contabilizan más de 48 síntomas persistentes al Covid-19 y a pesar que la lista es consistente en el último año. Pero, la aparición de nuevas variantes, pudiera ampliar el espectro.
