El gobierno de Estados Unidos bloqueó millones de mascarillas que se dirigían a Canadá
Los Estados Unidos y Donald Trump, han sido acusados de «piratería moderna» después de desviar varios cargamentos de máscaras destinados a la policía alemana y a Canadá, y de prohibir a otros países en el cada vez más tenso mercado mundial de equipos de protección contra el Covid-19.
Alrededor de 200 mil máscaras N95 fueron desviadas a los Estados Unidos mientras se trasladaban entre aviones en Tailandia, según las autoridades de Berlín que indicaron que habían ordenado las máscaras para la fuerza policial.
Otros funcionarios de Estados Unidos han impedido que casi tres millones de máscaras especializadas se exporten a la provincia más poblada de Canadá, en medio de crecientes temores de que Ontario se quede sin suministros para el personal médico que lucha contra el coronavirus este fin de semana.
Donald Trump el viernes invocó la ley de producción de defensa de 1950 dando al gobierno «cualquier o toda autoridad» para detener a 3M que se encontraba exportando mascarillas N95 a Canadá y América Latina, las máscaras, que filtran el 95% de las partículas en el aire, son vistas como una herramienta crítica para los trabajadores sanitarios de primera línea en la lucha contra Covid-19.
Pero a medida que el suministro se reduce, los países y los gobiernos locales están atrapados en una batalla desesperada para acceder a cualquier equipo disponible, en una conferencia de prensa el lunes, el primer ministro de Ontario Doug Ford indicó que las 500 mil máscaras habían sido autorizadas por los Estados Unidos para su liberación, pero casi tres millones de máscaras fueron interceptadas por funcionarios estadounidenses en las instalaciones de 3M en Dakota del Sur.
«Sabemos que Estados Unidos no está permitiendo el paso de suministros a través de la frontera con Estados Unidos», indicó Ford, «la dura verdad es que nuestros suministros en Ontario son cada vez más bajos y cuantos más nuevos casos tengamos, más demanda hay en nuestros recursos».
Justine Trudeau habría hablado con el secretario de estado de los Estados Unidos pero se negó a proporcionar detalles adicionales sobre el envío detenido
3M inicialmente se resistió a la orden ejecutiva del presidente de Estados Unidos advirtiendo en un comunicado que la medida tendría «implicaciones humanitarias significativas» para los países desesperados por equipos de seguridad, pero durante el fin de semana, Trump criticó duramente a la compañía, advirtiendo que tendría «un gran precio que pagar».
«Necesitamos las máscaras. No queremos que otras personas nos las quiten», señaló Trump en una reunión informativa del sábado, «es por eso que estamos instituyendo el acto de producción de defensa. Podrías llamarlo represalia porque eso es lo que es: es una represalia. Si la gente no nos da lo que necesitamos para nuestra gente, vamos a ser muy duros».
Las acusaciones alemanas se sumaron a un coro de quejas sobre la práctica de la administración Trump mientras Estados Unidos ejerce su influencia en un mercado para suministros médicos escasos que se está convirtiendo en un libre para todos, con la nación compitiendo contra la nación, Valérie Pécresse, la influyente presidenta de la región de la Isla de Francia, que incluye París, describió la carrera para conseguir máscaras como una «caza del tesoro».
En la lucha por las máscaras y otros suministros médicos críticos, Estados Unidos tiene una ventaja significativa en su flota de grandes cargueros aéreos, tres veces el tamaño de los de China.
3M no ha respondido directamente a las observaciones del presidente de Estados Unidos no ha indicado, si tenía la intención de continuar las exportaciones de equipo de protección, pero emitió una declaración el domingo diciendo que «continuaría maximizando la cantidad de respiradores que podemos producir para los trabajadores heroicos de la salud en los Estados Unidos y en todo el mundo».
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