Renuncian ministro y hasta la cúpula militar en un movimiento sin precedentes
El presidente brasileño Jair Bolsonaro, el ex oficial del ejército que sirvió bajo el brutal gobierno militar de los 80s. Despertó nuevos temores de su intención para mantenerse en el gobierno si pierde las elecciones del próximo año contra Lula.
Al menos tres altos funcionarios del ejército brasileño presentaron su dimisión. Un día después de que Bolsonaro despidiera a su ministro de defensa en medio de una amplia sacudida del gobierno.
Las renuncias conjuntas del jefe del ejército Edson Leal Pujol; el jefe de la marina Ilques Barbosa; y el jefe de la fuerza aérea Antônio Carlos Moretti Bermúdez fueron anunciadas en un comunicado del gobierno que no dio más razones.
Sin embargo, esa mañana se reunieron por primera vez con el recién acuñado ministro de defensa, general Walter Souza Braga Netto. Cada uno de ellos ha estado en desacuerdo con el gobierno de Bolsonaro sobre las políticas, incluidos los encierros del Covid-19.
«Desde 1985, no hemos tenido noticias de una intervención tan clara del presidente con respecto a las fuerzas armadas», señaló Carlos Melo, profesor de ciencias políticas en la Universidad Insper en São Paulo.
El gobierno de Bolsonaro ha perdido más de 60% de su popularidad, justo cuando se prepara a enfrentar a Lula en las próximas presidenciales
Sin embargo, el ex ministro de defensa Fernando Azevedo e Silva no fue el único funcionario despedido recientemente. Otros cinco ministros del gobierno ultra derechista, también recibieron el hacha o fueron arrastrados a nuevas posiciones.
Netto, fue ministro del gobierno, cargo que ahora ocupaba el general Luiz Eduardo Ramos, ex secretario de estado. El ex ministro de relaciones exteriores Ernesto Araujo y el ex fiscal general Andre Levi han renunciado al gobierno.
La sacudida se produce en medio del casi colapso de la infraestructura sanitaria de Brasil. Bolsonaro se ha negado a abordar con decisión, insistiendo en que las consecuencias económicas de los bloqueos es peor que el propio virus, que ha matado a unos 312 mil brasileños hasta ahora.
El vacío de poder ha creado nuevos temores de que Bolsonaro pueda tratar de ampliar su control sobre los militares. Bolsonaro invocó recientemente a las fuerzas armadas mientras luchaba contra los encierros del Covid-19.
En su carta de renuncia, Azevedo señaló que había «preservado a las fuerzas armadas como instituciones del gobierno», sobre que mantenía a los militares fuera de la política. Mientras, Bolsonaro ha posicionado a ex militares en todo el gobierno brasileño.
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