El gobierno mesoamericano persigue ganar indulgencias de norteamérica
Venezuela ordenó a los diplomáticos de El Salvador que abandonaran el país como respuesta recíproca a la expulsión del presidente Nayib Bukele de los funcionarios venezolanos en San Salvador, que representan al gobierno de Caracas, El Salvador no reconoce al presidente venezolano, Nicolás Maduro, como legítimo y indicó el sábado que recibiría un nuevo cuerpo diplomático que representa al presidente de la asamblea nacional venezolana, Juan Guaidó.
El ministerio de relaciones exteriores de Venezuela escribió en un comunicado el domingo que declaró que cada miembro del personal diplomático salvadoreño en Caracas, como persona non grata y les dio 48 horas para irse. «Las autoridades salvadoreñas están inyectando oxígeno a la estrategia fallida de intervención y bloqueo económico de Estados Unidos contra el pueblo de Venezuela», consideró el ministerio, «Bukele está asumiendo oficialmente el triste papel de un peón de la política exterior de Estados Unidos».
La medida salvadoreña se produjo menos de una semana después de que el gobierno de Donald Trump, extendió las protecciones temporales a los salvadoreños que viven en norteamérica por un año adicional, este estatus de protección temporal, TPS, se otorgó a los ciudadanos del país centroamericano luego de dos terremotos devastadores en 2001 que mataron a 8 mil personas y dejaron a cientos de miles sin hogar.
El embajador de los Estados Unidos, Ronald Johnson, reaccionó calurosamente a la decisión de El Salvador, «Aplaudimos al gobierno del presidente Nayib Bukele por garantizar que El Salvador esté en el lado correcto de la historia», escribió en Twitter.
El trasfondo de todo el asunto se origina puesto que el gobierno de Maduro ha sido criticado desde la administración norteamericana, por no alinearse a sus preceptos, dirección que replicaron unos 50 países de la comunidad internacional.
La decisión de Venezuela, como la de El Salvador, están justificadas recíprocamente
Todos argumentan que cuando los partidos de oposición obtuvieron una mayoría en la asamblea nacional venezolana, el presidente llamó a la elección de una asamblea constituyente, único cuerpo que puede rivalizar con la anterior, elección que los opositores rehuyeron y que asumió muchos de sus poderes.
La otra razón, es que su reelección de 2018 fue controvertida, y sus opositores, que no se presentaron, ni presentaron candidato en ese momento, la calificaron de fraudulenta, invocando a las protestas y manifestaciones que estallaron en violencia y que las autoridades enfrentaron represivamente con exagerada intimidación.
Estados Unidos, que reconoció a Guaidó, antes incluso, de declararse presidente interino y cuyos líderes han dicho reiteradamente a Maduro que renuncie, ha sido un blanco frecuente de la cólera internacional otros líderes de izquierda y del Maduro.
Nicolás Maduro ha acusado a los Estados Unidos de intentar matarlo, de generar disturbios en su país y de fomentar un golpe militar, y afirma que su oposición está respaldada por potencias extranjeras, en lugar de la resistencia interna a su autoridad.
Se ha visto en medios internacionales, que el gobierno norteamericano, no sólo paga sueldo a los opositores refugiados en su territorio, sino también a ONGs y grupos subversivos dentro de Venezuela y otros países en los que existen gobierno de izquierda.
