Gonsalves, primer ministro de San Vicente y las Granadinas fue hospitalizado tras la protesta
Ralph Gonsalves, el primer ministro de San Vicente y las Granadinas, fue llevado al hospital después de que un manifestante le golpeara con una piedra. El manifestante lanzó una roca a la cabeza del premier, en una demostración dirigida por enfermeras y otros trabajadores en la isla del Caribe Oriental.
Mientras Gonsalves caminaba entre una multitud fuera del parlamento, una piedra lo golpeó en la cabeza. Las imágenes muestran al primer ministro sangrando mientras se alejaba a toda prisa de la escena.
El ministro de finanzas señaló que Gonsalves, habría sido trasladado a Barbados para una resonancia magnética. Tras el consejo del personal médico, debido a la contundencia del ataque.
Los manifestantes se habían reunido para manifestarse contra los planes de Gonsalves, de exigir que la mayoría de los trabajadores de la salud de primera línea se vacunaran contra el Covid-19.
Gonsalves, estaría barajando hacer obligatorias las vacunas anti Covid-19
Durante la protesta, se lanzaron piedras y botellas contra los funcionarios del gobierno. Mientras, Ralph Gonsalves, de 74 años, se está recuperando en el hospital.
Su oficina señaló que el premier, fue alcanzado por un «proyectil». A pesar que los medios locales sugieren que se trataba de una piedra. San Vicente y las Granadinas, que se encuentra en el sur del Caribe, se compone de más de 32 islas.
El país ha registrado 2 mil 298 casos de coronavirus y 12 muertes desde que comenzó la pandemia, según cifras de la Universidad Johns Hopkins. Casi el 9% de la población fue completamente vacunada, a pesar de poseer los inoculantes.
Su industria turística se ve gravemente afectada por la pandemia. Aunado a ello, miles de personas se vieron obligadas a abandonar sus hogares tras una erupción volcánica en abril.
«Por la gracia de Dios todopoderoso, estoy bien y en la reparación», escribió Gonsalves en las redes sociales. También afirmó que no había signos de daño neurológico.
La protesta fue organizada por sindicatos que representan a enfermeras, policías y otros trabajadores que temen que el gobierno les ordene una vacunación obligatoria.
Gonsalves señaló previamente que los cambios propuestos a la ley de salud pública de la nación no incluirían ninguna sanción para aquellos que se nieguen a las vacunas.
