Los partidarios del ultraderechista salen a la calle cuando sus índices caen
Los devotos incondicionales del presidente de extrema derecha de Brasil, Jair Bolsonaro, han tomado las calles de todo el país en su primera gran muestra de fuerza desde su aplastante victoria electoral en octubre pasado, se registraron manifestaciones de apoyo al presidente en más de 300 pueblos y ciudades, incluidos Río de Janeiro, São Paulo y Juiz de Fora.
«¡Despierta gente brasileña!, hoy es el día de marzo”, Carla Zambelli, una destacada congresista de Bolsonaro, tuiteó cuando los partidarios del populista radical comenzaron a reunirse el domingo por la mañana.
Se informaron mítines a favor del ultraderechista en más de 300 pueblos y ciudades, incluyendo Río de Janeiro, São Paulo, Brasilia y Juiz de Fora, donde Bolsonaro fue apuñalado en la víspera de su victoria electoral.
Los bolsonaristas que ondean banderas también se manifestaron en la Amazonia, una región que los activistas temen que, pueda sufrir daños irreversibles bajo el mandato del ex militar y su notoria hostilidad hacia el medio ambiente.
“Bolsonaro no está solo, ¿vale? Nunca lo ha estado”, tuiteó Éder Mauro, un congresista pro-Bolsonaro de la ciudad amazónica de Belém.
Fernando Sampaio, un activista de Bolsonaro que encabezó una manifestación en la ciudad de Itabira, en el sureste del país, afirmó que estaba marchando en apoyo de un líder que creía que podría librar a Brasil de políticos y delincuentes, «para mí, tener un presidente de la república que no sea corrupto ya es una victoria masiva para nuestro país», expresó Sampaio.
Bolsonaro no participó en la controvertida movilización, que los críticos calificaron como un intento peligroso de radicalizar a los partidarios e intimidar a las instituciones democráticas de Brasil para que respalden los planes del presidente.
Bolsonaro por su parte, tuiteó su aprobación, compartiendo videos de celulares de los mítines con sus 4.3 millones de seguidores.
«Hoy es el día en que la gente sale a las calles para defender el futuro de esta nación», comentó Bolsonaro a los reporteros después de asistir a un servicio religioso en Río, donde los manifestantes marcharon por la playa de Copacabana con gorras de Trump que decían «Haz que el Brasil vuelva a ser grande».
Bolsonaro convoca a su gente para demostrar que aún mueve masas en Brasil
Mónica de Bolle, directora de estudios latinoamericanos de la universidad Johns Hopkins, afirmó que Bolsonaro esperaba usar los mítines para evaluar su apoyo en medio de las crecientes críticas de algunas partes desilusionadas de la derecha brasileña.
«Es un barómetro más que cualquier otra cosa … está tratando de evaluar qué tipo de apoyo tiene», manifestó De Bolle.
Cinco meses después de su mandato de cuatro años, los índices de aprobación de Bolsonaro, han caído en picado con la tartamudez de la economía de Brasil, las luchas internas y un presidente enfrentando preguntas incómodas sobre los vínculos de su familia con el crimen organizado y un escándalo de corrupción que involucra a uno de sus hijos.
En un editorial publicado el domingo, el conservador Estado de São Paulo explicaba que el apoyo a Bolsonaro «se estaba derritiendo ante nuestros ojos», con un 36% de los votantes considerando que su administración es mala o terrible, en comparación con solo el 17% en febrero.
La mayoría de los brasileños que no fueron seducidos por el «salvador Bolsonaro» tenían poco más que pesimismo, agregó el periódico, el menguante apoyo a Bolsonaro ha provocado una creciente charla sobre su posible impugnación entre los observadores políticos.
«Creo que los caminos para él al terminar su mandato se están volviendo muy, muy estrechos», afirma De Bolle, «nunca hemos tenido un presidente sin apoyo político y sin apoyo popular que haya podido llegar a un mandato de cuatro años, eso nunca sucedió».
Pero Sampaio insistió en que Bolsonaro, un ex capitán del ejército que se ha comprometido a eliminar el crimen y la corrupción, era el hombre para el puesto, “el mayor problema de Brasil son los casi 70 mil homicidios que tenemos cada año… Brasil se encuentra en una guerra mundial”, pero, «Confío en el trabajo del presidente».
