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Guaidó y Maduro pelean la presidencia entre legitimidad e intimidación

La pugna que comenzó el 23 de enero, aun pesa en el hombro de los venezolanos

Existe un desastre desatado en Venezuela, lo que ha planteado cuestiones que podrían decidir el futuro de la nación, Juan Guaidó, líder de la oposición y presidente del congreso, se declaró presidente interino, por encima de Nicolás Maduro quien ha afirmado ser el presidente legítimo de Venezuela, elegido por voto popular en elecciones oficiales.

Pero ¿Quién es el jefe legítimo? y ¿cómo terminará todo este embrollo?, parece ser la noticia de primera plana en todos los diarios mundiales, desde que ocurrió este suceso, que ha desencadenado una crisis política en toda América, ya que varias naciones en América Latina y Europa han reconocido a Guaidó como el legítimo jefe, aunque por ahora el ejército y millones de venezolanos no lo apoyen.

Sin embargo, que representaría Guaidó dentro de este hecho, ¿una transición democrática o un golpe de estado?, las soluciones a esas preguntas, aunque con urgencia vital, son bajo ninguna circunstancia fáciles y justo aquí se necesita asistencia para intentar asumirlas.

Guaidó y Maduro, se acusan de no tener ninguna legitimidad política, y si se pregunta a otras fuentes la respuesta pudiese ser tan variopinta como las posturas de ambos, tan enfrentados desde sus ideales de izquierda y derecha, como en sus apoyos.

Cada uno de ellos tienen discutibles demandas a la legitimidad, que es una parte de lo que hace esto tan desordenado, esto no implica que cualquiera de los dos esté de moda, o sean moralmente íntegros, simplemente significa que los residentes, las elites políticas y los gobiernos extranjeros reconocen autoridad legítima de uno o de otro, según sus posturas políticas.

Maduro fue aceptado generalmente cuando tomó la presidencia en 2013 y se reeligió en 2018 en elecciones generales, aunque la oposición haya negado la legitimidad de estas, sin embargo, en los últimos años este apoyo se ha visto debilitado.

Guaidó y Maduro.
Las elecciones en Venezuela, hasta ahora no se han visto como libres y veraces, y este podría ser la estrategia para cambiar el gobierno, mientras y los partidarios en el extranjero de Guaidó tratan de deslegitimar al actual presidente.

Juan Guaidó y Nicolás Maduro, ¿Quien dirige Venezuela?

Los manifestantes llenan las calles de Caracas, la capital venezolana, la última semana a denunciar a Maduro y Guaidó como ilegítimos, sin embargo, incluso 300 mil manifestantes, representan únicamente alrededor del 1% de los habitantes y Maduro se cree suficientemente acreditado para conservar significativamente el apoyo de muchos más que esos.

Una gran cantidad de países vecinos han desconocimiento a Maduro, entre ellos Estados Unidos, Gran Bretaña, Canadá, Francia, Alemania y España, aunque las diferentes naciones pueden no caracterizar quien realmente es el mandatario venezolano.

La duda siempre sorprende y poder analizar lo que sucede en Venezuela, siempre se decanta por una versión, queriendo imponerse como única, inapelable, cargada de la más honesta emoción, aunque dentro del país no hay mucho lugar para las dudas, la verdad es una experiencia física, donde la miseria y el hambre no tienen matices, pero la confusión comienza cuando esa verdad se transforma en noticia.

Únicamente Juan Guaidó, es el presidente, pues tampoco es cierto, aunque él pueda convencer a suficientes residentes, las elites políticas y los gobiernos extranjeros a tratarlo como tal, pues el hecho de haberse auto declarado presidente deja a Guaidó a la deriva de una interpretación artística de una disposición constitucional, razonablemente adaptada a la voluntad de moda o lo debido de la legislación.

La esperanza evidente es tan sólo que más y más venezolanos lo apoyen y finalmente el ejército de la nación y otras autoridades le ayuden a mantener un cargo que sólo debe ser mantenido por un mes antes de las elecciones, por ahora el líder opositor, se ha olvidado de la legalidad y va por el mundo nombrando representantes diplomáticos y secuestrando bienes venezolanos en otros países.

Esa es la razón por la que Guaidó, esta tan concentrado en la dificultad sobre su legitimidad, no como una estrategia de encanto a las creencias democráticas de la mayoría de los venezolanos y las élites, sin embargo, como una estrategia para persuadir a estos ha iniciado una final batalla en las calles.

Esto último no le da legitimidad, aunque lo pone de inmediato en medio de una carrera electoral, contra Nicolás Maduro, una elección que debe ser concertada por 51 naciones del mundo y la OEA, que debe ser validada y vigilada por el gobierno de los Estados Unidos y que, por el momento ni Maduro, ni sus partidarios están dispuestos a permitir.

Mientras tanto, los venezolanos, enfrentan las sanciones impuestas por norteamérica y una crisis interna que ha sacado a más de 3 millones de venezolanos de su tierra, creando la migración más grande registrada en los últimos años.

Fuente
BBC

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