La industria petrolera necesita una gran inversión para despertar
Luego de la arremetida de las sanciones contra PDVSA, durante casi un año y los 6 años de la administración de Maduro, la gran nación petrolera Venezuela, , está produciendo su menor flujo de petróleo en 75 años, según el economista y jefe de la cátedra petrolera de la universidad central de Venezuela, Rafael Quiroz.
Quiroz reveló el resultado de un reciente análisis de las seis refinerías de petróleo más grandes de Venezuela, todas ellas, propiedad de la petrolera estatal PDSVA, que las encontró capaces de producir 1.3 millones de barriles de petróleo cada día.
Las refinerías ubicadas en Amuay, Cardón, Bajo Grande, El Palito, Puerto La Cruz y San Roque, están produciendo actualmente sólo el 8,5% de esa capacidad, apenas se producen 205 mil barriles de aceite de motor, grasa, diésel, gasolina y combustible al día.
Esta situación, ha obliga al gobierno socialista de Nicolás Maduro a importar combustible de aliados como Rusia y China para satisfacer la demanda nacional. El escenario empeoró la semana pasada cuando las refinerías del centro de refinación de Paraguaná, CRP Amuay – Cardón, se paralizaron.
Del CRP, Amuay tiene actualmente una producción del cinco por ciento de su capacidad total, equivalente a alrededor de 34 mil barriles por día, con una producción ahora en 205 mil bpd en todo el país, la producción de PDSVA ha caído a niveles vistos por última vez en 1945.
Para ese entonces, Isaías Medina Angarita era presidente militar del país y la compañía mantenía buenas relaciones con Norteamérica, PDVSA se encuentra hoy, tan operativa como entonces, con siete barcos operativos y 26 taladros en producción, lo que limita severamente la velocidad a la que se puede extraer el petróleo.
El problema de PDVSA es estructural, toca todos los aspectos de la industria petrolera
Además, el PDSVA tiene actualmente deudas pendientes de 85 mil millones de dólares, de las cuales Rusia y China son los únicos proveedores que reciben algún tipo de reembolso, los pagos a empresas nacionales e internacionales subcontratadas, proveedores de servicios de perforación y otros, han sido suspendidos indefinidamente.
La desaparición de la compañía se remonta al ascenso del socialista Hugo Chávez, quien nacionalizó las operaciones mixtas de PDSVA, antes de ponerla en manos de inexpertos como Guaicaipuro Lameda, Gastón Parra, Alí Rodríguez y Rafael Ramírez, lo que llevó a deficiencias crónicas, esto, combinado con el éxodo de empleados experimentados, ha paralizado la producción de petróleo del país.
Según Quiroz, PDSVA necesitaría una inversión de alrededor de 250 mil millones de dólares en los próximos diez años para cambiar las cosas y volver a los 3,2 millones de bpd que la compañía estaba produciendo cuando Chávez asumió el poder en 1998.
A pesar de tener las segundas mayores reservas de petróleo del mundo después de estados Unidos, la escasez de gasolina se ha convertido en los últimos años en parte de la vida de los venezolanos comunes y corrientes.
El mes pasado, los automovilistas de la capital de Caracas, una ciudad cuyos envíos de petróleo suelen priorizarse, sufrieron una escasez generalizada de gasolina porque PDSVA no distribuyó los suministros a las estaciones de combustible a tiempo.
Desde marzo del año pasado, los venezolanos también han enfrentado repetidos cortes de energía que han paralizado su capacidad básica para funcionar, llevando a niveles de trabajo forzado a escuelas, hospitales y otros servicios públicos esenciales.
Maduro ha culpado repetidamente a los apagones de un supuesto ataque liderado por Estados Unidos contra la red eléctrica del país con el objetivo de sacarlo del poder, posición que se afirma por ser paralela a las actuaciones de Juan Guaidó, que desde enero de 2019 ha realizado al menos un ataque mensual para deponer al socialista.
