Apoyan a algunas protestas que convengan, pero no todas
Todo parece señalar que las protestas en Cuba de este fin de semana, no tienen pies, ni cabeza. Se tratará de un pote de humo. Será que intentan opacar la acción de mercenarios colombianos en Haití.
El domingo, Cuba fue testigo de sus mayores protestas desde 1994, alimentadas por la ira por la escasez de bienes básicos. Miles de personas exigieron elecciones libres y la resolución de los problemas sociales.
Según medios locales, las protestas y concentraciones tuvieron lugar en ocho ciudades cubanas, entre ellas La Habana. Pero nada pasó, por lo que horas después, algunos salieron de nuevo a la calle a lanzar piedras a la policía.
En respuesta, simpatizantes del gobierno y del partido comunista cubano. Realizaron sus propias marchas tras los llamados del presidente Miguel Díaz-Canel a tomar las calles para repeler las provocaciones.
Miles de cubanos, desde La Habana hasta Santiago, acudieron a las protestas del domingo
Todos recuerdan las protestas de los últimos tres meses en Colombia y que todos señalaban como llenas de vándalos y delincuentes. Pero nadie señaló las acciones de la policía, sólo la HRW. En el caso de Cuba, es lo que parecen estar esperando.
Mientras, el senador republicano de Florida Marco Rubio, criticó el primer tuit de Chung como «ridículo», diciendo que las protestas en Cuba «no son simplemente por Covid», y agregó un golpe al presidente Biden: «Ahora son las 10:15 pm, y todavía nada de @JoeBiden».
Biden emitió una declaración el lunes por la mañana respaldando a los manifestantes y pidiendo al régimen cubano que «escuche a su pueblo y sirva a sus necesidades en este momento vital en lugar de enriquecerse».
El presidente boliviano Luis Arce se hizo eco del sentimiento de su homólogo mexicano, diciendo que los asuntos internos de Cuba deben manejarse internamente.
El mandatario mexicano se solidarizó con el pueblo de Cuba y dijo que la única salida a esta crisis es a través del diálogo, sin el uso de la fuerza, la confrontación y la violencia.
El alcalde de Miami, Francis Suárez, pidió una intervención internacional liderada por Estados Unidos «para proteger al pueblo cubano de un baño de sangre». Uno que no sucedió.
Suárez asistió a una manifestación en la sección de La pequeña Habana de Miami, donde cientos de personas se habían reunido cómodamente, afuera del restaurante cubano Versalles.
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