AméricaCiencia y SaludMedio Ambiente

Pasaran más de 5 años, muchos más

La recuperación energética en latinoamericana después de la pandemia será mucho más lenta

Parecía una oportunidad demasiado buena para perderla. América Latina se encontraba en una posición ideal para dar un salto adelante en energía renovable. La región genera mucho más de una cuarta parte de su energía a partir de fuentes sostenibles, gracias a las abundantes represas hidroeléctricas.

Desde el norte de México a la Patagonia está azotada por el viento. El continente se encuentra entre los mejores lugares del mundo para generar electricidad mucho más limpia.

El litio y el cobre, minerales cruciales para el cambio global al transporte eléctrico, abundan. Los gobiernos tenían miles de millones de dólares para gastar en fondos de recuperación del Covid-19.

Mientras que los gurús de las políticas brotaban de entusiasmo sobre un mundo verde después de la pandemia. La realidad hasta ahora, es que, Latinoamérica tendrá un fututo, mucho más sucio y oscuro de lo esperado.

Mucho no será suficiente.
«Esta es una región que tuvo el peor desempeño económico del mundo durante la pandemia», Los gobiernos «no tienen prioridades centradas en la transición energética si eso implica costo».

Mucho se pudo hacer, pero no lo hicieron y ya es tarde

Según el Energy Policy Tracker, las cuatro economías más grandes de América Latina comprometieron la mayoría de los fondos de recuperación post Covid a proyectos y subsidios de combustibles fósiles. Con solo unos pocos huesos arrojados a las energías renovables.

México es el peor infractor. El presidente López Obrador, un nacionalista de recursos al estilo de la década de 1960, prodigó miles de millones de dólares en el grupo petrolero estatal Pemex para expandir su negocio de refinación de petróleo no rentable.

Al mismo tiempo, unificó a inversores en energía renovable como la española Iberdrola y la italiana Enel con cambios de política. Unas que favorecen al gigante estatal de la electricidad alimentado por combustibles fósiles CFE a su costa.

No es de extrañar que la inversión en energía renovable en México se haya desplomado y los desafíos judiciales se estén multiplicando.

Mientras tanto, el gobierno de México se comprometió cuatro veces más en fondos de recuperación a proyectos de combustibles fósiles. Que, a energías renovables, según el rastreador de políticas.

Incluso ese triste récord se ve ensombrecido por Argentina y Colombia, cuyos gobiernos gastaron más de 1 mil millones de dólares en políticas post pandemia.

Entre las compañías petroleras nacionales de la región, el grupo petrolero brasileño Petrobras utilizó la transición energética como una excusa para concentrarse en su negocio más rentable.

Por el contrario, la colombiana Ecopetrol hiso una apuesta de 3 mil 700 millones de dólares en electricidad, comprando el 51% de la compañía de transmisión ISA.

El fracaso de los gobiernos latinoamericanos para invertir fondos post pandemia en energía renovable debería dejar mucho espacio para el sector privado. De hecho, Chile, Colombia y Brasil ya atrajeron miles de millones de dólares de inversión no estatal en energía verde.

Fuente
BloombergBNAméricaAmericaEconomia

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba
Translate »
error: