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“No queremos a nadie molestando a Venezuela”

El secretario de estado ruso insta al gobierno de Trump a abandonar el irresponsable plan

Washington y Moscú negocian sobre Venezuela desde el pasado domingo, el ministro de relaciones exteriores de Rusia Sergei Lavrov, ha instado a los Estados Unidos a abandonar su plan «irresponsable» de deponer a Nicolás Maduro por la fuerza y su homólogo norteamericano pide a Rusia meterse en el país sudamericano.

Sergei Lavrov hizo los comentarios durante una visita a Moscú del ministro de relaciones exteriores de Venezuela, Jorge Arreaza, un aparente apuesta por subrayar el apoyo internacional a Maduro tras la abortada sublevación de la semana pasada contra él en Caracas.

«Los intentos de organizar una violenta conmoción en Caracas, no tienen nada que ver con el proceso democrático y sólo pueden interrumpir la perspectiva de una solución política» comentó Lavrov.

Según afirma el premier ruso, cualquier intento de Estados Unidos para derrocar a Maduro a través de fuerza traería «graves consecuencias», advirtió Lavrov.

Mientras el secretario de estado, Mike Pompeo, instó a Rusia, que, junto a China, son uno de los dos claves soportes internacionales de Maduro, a dejar de interferir en Venezuela, para que ellos puedan solucionar la crisis sin complicaciones.

Invasión a Venezuela.
Lavrov denunció «una campaña sin precedentes encabezada por Estados Unidos y destinado a derrocar al gobierno legítimo de Venezuela». Lo que necesita Venezuela ahora es diálogo político, no poder agarrar intentos, comentó el ministro ruso.

La intervención y la injerencia parecen ser las dos monedas de cambio en la crisis venezolana

«Queremos que Venezuela sea un estado soberano, independiente, autónomo y con líderes elegidos democráticamente. Esto es lo que deseamos para el pueblo venezolano», Pompeo, se reunía con Lavrov, el día de hoy en Finlandia.

El cambio de aptitud del gobierno ruso y norteamericano, vino después de que Donald Trump y Vladimir Putin realizaron una llamada de 90 minutos el viernes, después que Trump afirmó que Putin, «no buscaba en absoluto participar en Venezuela y que le gustaría ver algo positivo suceder».

Cinco días después de la dramática madrugada del martes que intentó sacar a Maduro por la fuerza y con el apoyo norteamericano, una precaria calma ha vuelto a las calles de la capital de Venezuela.

Tan sólo algunos tramos de asfalto quemado fuera de la base aérea La Carlota, son recordatorios de la rebelión fallida y un puñado de mensajes dejados por los manifestantes en un puente cercano de «¡Libertad! ¡Libertad! Y ¡No más balas!

El sábado, la oposición de Venezuela realizó una serie de protestas contra Maduro, con el fin de mantener la presión sobre el presidente de izquierda, pero la asistencia fue por lejos, la de las manifestaciones masivas de principio de semana solicitadas por Juan Guaidó.

Sol Castro, profesor universitario jubilado que asistió a una protesta en el oeste de Caracas, comentó que temía que la solución a la crisis de Venezuela parecía estar cada vez más en manos extranjeras, «podemos estar acercándose del fin… pero sólo somos peones en un juego más grande donde superpoderes, o ex superpotencias o superpotencia aspirantes decidirán cuándo y cómo terminara esto», explicó Castro.

Fuente
Bloomberg

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