El proyecto de protección no evolucionó entre los republicanos
El TPS o estatus de protección temporal que algunos senadores republicanos y demócratas propusieron a el senado que permitiría que unos 72 mil venezolanos permanezcan en Estados Unidos luego de huir de la crisis política y económica en su país, no encontró cristalizarse.
La intención del republicano Marco Rubio y el demócrata Bob Menendez en presentar el proyecto junto a los demócratas Dick Durbin, Patrick Leahy y Cory Booker, no ha logrado franquear a los republicanos.
La medida otorgaría inmediatamente el «estatus de protección temporal» o TPS a los venezolanos que pasen las revisiones de seguridad, lo que permitiría que permanezcan en Estados Unidos por 18 meses.
Pero no hubo señales inmediatas de si los líderes republicanos del senado permitirían que la medida se sometiera a votación y los partidarios del proyecto que esperaban que la continua incertidumbre en Venezuela y el respaldo del presidente Donald Trump le diesen apoyo al movimiento, no convenció a los anti migrantes republicanos.
Un último esfuerzo de los demócratas para otorgar a los venezolanos indocumentados un TPS, murió en la cámara de representantes el martes después de que no lograra obtener suficientes votos de los republicanos, que desconfiaban en crear una nueva versión de una iniciativa de inmigración que el presidente Trump y los intransigentes en la administración han buscado eliminar.
El TPS para los venezolanos no puede ser aplicado a medida que se le elimina a otros
La legislación, presentada por los representantes de la Florida Darren Soto, un demócrata, y Mario Díaz-Balart, un republicano, permitiría a los venezolanos que viven en norteamérica y que han huido del gobierno represivo y la economía en crisis del país, calificar para un nuevo TPS.
Los partidarios del proyecto de ley presionaron para suspender las reglas y aprobar el proyecto de ley antes de que los legisladores salieran para su receso de agosto, esta maniobra, generalmente está reservada para proyectos de ley no controvertidos, y en este caso requirió el apoyo de dos tercios de la cámara.
Al menos 55 republicanos habrían necesitado romper filas y votar por la medida de TPS, pero la solicitud fracasó cuando solo 37 legisladores republicanos se unieron a los 230 demócratas que votaron a favor.
Por otro lado, Trump generalmente no se ha mostrado abierto a la inmigración y su gobierno ha buscado poner fin al TPS para otros inmigrantes, incluidos salvadoreños, hondureños y haitianos, por lo que los republicanos en el senado, no compartieron la postura de los demandantes.
El TPS es un beneficio migratorio, que permite trabajar y vivir legalmente en Estados Unidos, además se entrega a personas de países afectados por desastres naturales o guerras, lo que les permite quedarse en el país norteamericano hasta que la situación mejore en sus naciones de origen.
Pero luego de hacer campaña sostenida para derogar los TPS existentes, los republicanos no pueden dar marcha atrás y argumentar que se puede aplicar el estatus a unos y no a otros, dependiendo de los intereses particulares, pues medidas como estas no ganan votos y al contrario demuestran dualidad en las posiciones.
Los senadores de Florida que se encuentran en plena campaña para la reelección del próximo año, han utilizado las estrategias más viles para conseguir el apoyo de la comunidad hispana, desde emprender discursos anti castristas, hasta financiar los movimientos de la oposición para retirar al presidente venezolano del poder.
