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Narcotráfico secuestra gasolina de Colombia y Venezuela

La cuarta parte combustible que llega al país se destina a la industria del narcotráfico

Las autoridades colombianas estiman que más de una cuarta parte de la gasolina vendida en el país se destina a la industria del narcotráfico y desde Venezuela el contrabando de gasolina hace parte de este negocio, que depende del combustible como ingrediente y como fuente de energía, el tráfico de estupefacientes prospera a pesar del acuerdo de las Farc que ayudó a los agricultores a sustituir los cultivos de coca por alternativas legales.

La ciudad colombiana de Riosucio, ubicada en la jungla colombiana, se encuentra a orillas del río Atrato, no muy lejos de la frontera con Panamá, que, con una población de alrededor de 20 mil personas, el asentamiento es inaccesible por la carretera principal, pero al año se venden allí 1,2 millones de galones de gasolina.

La oficina del fiscal general de Colombia ha anunciado que está investigando cientos de estaciones de combustible, muchas de ellas en regiones fronterizas entre Colombia, Ecuador, Panamá y Venezuela con problemas donde el estado de derecho es frágil.

Colombia continúa batiendo récords de producción de cocaína, según el informe más reciente de la ONU, «hay una relación directa entre el narcotráfico y la gasolina», afirma Pedro Piedrahita Bustamante, profesor de ciencias políticas en la universidad de Medellín, «y puedes verlo cuando viajas hacia áreas rurales: empiezas a ver más botes de gasolina moviéndose hacia zonas donde hay coca».

La gasolina es un ingrediente clave en la primera etapa del procesamiento de cocaína, cuando los agentes psicoactivos se extraen de las hojas de coca: se necesitan aproximadamente 75 galones de combustible por cada kilogramo de pasta de coca, que luego se refina para convertirla en cocaína.

El combustible en Colombia también se necesitan grandes cantidades de gasolina para alimentar los generadores en los laboratorios de drogas remotos, además de llenar los tanques de los vehículos para transpórtale, que deben cubrir grandes distancias por mar y tierra.

Gasolina y Narcotráfico.
El principal flujo de gasolina entre Venezuela y Colombia se realiza a través de los estados Táchira, Amazonas y Zulia, fronterizos con el departamento del norte de Santander y el Vichada, esa región fronteriza es la de mayor concentración de los laboratorios de cocaína.

La gasolina colombiana y venezolana, forma parte integral del negocio del narcotráfico

Y es que el negocio de la cocaína en Colombia continúa prosperando a pesar de que el acuerdo de paz de 2016 con las fuerzas armadas revolucionarias de Colombia, Farc, financió parcialmente su esfuerzo de guerra con el tráfico de drogas.

Este acuerdo incluía disposiciones para ayudar a los campesinos a sustituir los cultivos de coca por alternativas legales como el café y el cacao, pero los agricultores indican que todavía luchan por ganarse la vida con cultivos legales.

Para el 2017, se utilizaron alrededor de 171 mil hectáreas para cultivar coca, un aumento de 25 mil hectáreas, 17% más que en 2016, según la oficina de drogas de las naciones unidas y el crimen, UNODC.

Los residentes en Riosucio expresan que algunas estaciones de servicio están controladas por narcotraficantes, a menudo aliados a paramilitares de derecha que actúan en connivencia con las fuerzas estatales.

«Es un negocio que está completamente orientado hacia la coca», explica el líder de la comunidad de la ciudad, «estas pandillas paramilitares de drogas son la autoridad en esta ciudad y actúan con el conocimiento de las fuerzas armadas».

Las investigaciones también se centran en Tumaco, una ciudad de unas 200 mil personas cerca de la frontera sur de Colombia con Ecuador, la región circundante, escasamente poblada, alberga 20 mil hectáreas de tierra utilizada para cultivar coca y 78 estaciones de combustible.

«Tumaco posee casi el 62% de las estaciones de servicio en la provincia de Nariño», comenta a la prensa local Carlos Humberto Bueno Gualdrón, jefe de investigaciones de la policía antinarcóticos, «es sorprendente que, por ejemplo, se consuma mucho más combustible en Tumaco que en la capital estatal de Nariño».

La estimación de las autoridades no incluye el flujo de contrabando de combustible a través de la frontera con Venezuela, donde la gasolina subsidiada es prácticamente gratuita, cuando está disponible, pero según cifras venezolanas desde Maracaibo salen 5 camiones de 10 mil litros a la frontera en Maicao, no contando que desde San Cristóbal y Puerto Santander la situación es muy similar.

Fuente
EcoPoliticaVenezuelaCodigoNuevo

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