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Marcha de indígenas hacia Brasilia

Los pueblos originales marchan a la capital contra Bolsonaro

Miles de indígenas se han unido al campamento de protesta “Tierra libre” en Brasilia después de que presidente de extrema derecha Jair Bolsonaro lanzara un amplio ataque a los derechos y los territorios de las tribus amazónicas, han llegado por miles a la capital de Brasil, Brasilia para protestar contra el asalto generalizado a los derechos humanos.

Se espera que, hasta 4 mil representantes de los pueblos amazónicos de todo el país lleguen para unirse a la manifestación anual, que los organizadores afirman que ha tomado nuevo significado tras la llegada de Bolsonaro a la presidencia brasilera, quien ha puesto reiteradamente en tela de juicio la existencia de reservas indígenas, desde que asumió el poder en enero.

«Somos defensores de la tierra, somos defensores de la Amazonia, del bosque. El hombre blanco esta acabando con nuestro planeta y queremos defenderlo», refirió Alessandra Munduruku, una representante de la tribu Munduruku, que había viajado desde el estado amazónico de Pará al campamento de protesta «tierra libre» apostado cerca de congreso de Brasil.

Elegido con la ayuda de poderosos agroindustriales y fanáticos religiosos, Bolsonaro se ha comprometido a congelar las demarcaciones de nuevas reservas indígenas, revocar el estatus de protección de las demás y asegurar el libre de cultivo comercial y la minera a estos en la reserva indígena del territorio Yanomami.

La reserva Yanomami es la más grande de Brasil y ha sufrido durante mucho tiempo de la presencia de buscadores de oro ilegales, conocidos como garimpeiros, cuyos intereses, Bolsonaro también prometió proteger.

Bolsonaro y su ministro de agricultura, Ricardo Salles, han atacado abiertamente a las agencias de protección del medio ambiente de Brasil y públicamente las llaman «una industria» de multas ambientales.

Los líderes indígenas se indignaron por la decisión del gobierno Bolsonaro de transferencia la responsabilidad para la demarcación de reservas indígenas al ministerio de agricultura de Brasil, que es controlada por los miembros de un grupo de gigante de la agricultura industrial y que durante mucho tiempo se ha opuesto a derechos de los indígenas sobre sus tierras.

Ellos también se oponen a una decisión que le ha quitado el control de la liquidez a la agencia indígenas de Brasil, Funai, al nuevo ministerio de la mujer, la familia y derechos humanos presidido por un pastor evangélico conservador.

Pueblos Indigenas.
Las protestas se dan en un contexto político considerado hostil por los líderes indígenas, quienes acusan al gobierno conservador del presidente Jair Bolsonaro de negarse a demarcar los territorios para devolverlos a sus dueños originales.

Los pueblos indígenas luchan por preservar sus derechos y la madre tierra

«Este es el momento para nosotros de destacar nuestro descontento con las políticas de este gobierno,» explicó Dinamam Tuxá, un activista indígena y uno de los organizadores del evento.

En un reciente evento en vivo a través de Facebook, Bolsonaro despreciaba lo que él llama «el gran encuentro indígena» de esta semana y afirmó que los contribuyentes pagarían por él, una carga rebatida por los organizadores que pagan todos los gastos ellos mismos.

Incrementando la tensión, el ministro de justicia de Bolsonaro, Sérgio Moro, la semana pasada autorizó a las fuerzas nacionales, la guardia del nacional de Brasil, tomar el control de la zona donde se realiza el evento de indígenas de tres días, agitando temores de posibles enfrentamientos con los manifestantes.

«No queremos confrontación. Queremos que este campo sea muy tranquilo, pacífico y agradable,» añadió Tuxá.

Sarah Shenker, una activista del grupo sin fines de lucro internacional de supervivencia que asiste al evento, comentó que ha habido un reciente aumento en las invasiones de tierras indígenas, como la reserva de Uru-eu-wau-wau, en el estado Amazonas de Rondônia, por agricultores y un registrador que se sentía envalentonado por la retórica de Bolsonaro, “Que ha exacerbado la sensación de resistencia y de ira”, afirmó Shenker.

La constitución de Brasil, no permite practicar la agricultura comercial y la minería en territorios de pueblos indígenas, y esta es controlada a la previa aprobación del congreso, Bolsonaro ha amenazado con cambiar esta restricción, apoyado por cinco pueblos indígenas que indicaron que querían ser capaces de desarrollar comercialmente sus territorios.

Los activistas indígenas desmintieron el aparente intento de Bolsonaro que querría sugerir que las comunidades indígenas de Brasil apoyaron sus planes, «Pensamos que es ridículo», indicó Ivo Macuxi, abogado por del consejo indígena de Roraima, otro estado amazónico.

Paulo Tupiniquim, un activista indígena que había viajado a la reunión del estado sudoriental de Espíritu Santo, afirmó que él no se opuso al desarrollando de las reservas indígenas, citando la ganadería colectiva de los indios en Roraima.

Pero está en contra de producción mecanizada y el alquilar las tierras a los campesinos, «no es la relación de los pueblos indígenas con sus tierras, pues esta relación es sagrada, como un niño con su madre”, explicó, «no tomo el cuidado de mi madre para la venta».

El miércoles por la tarde los manifestantes indígenas planean sostener una vigilia fuera de la suprema corte de Brasil, debido a la regla en varios casos indígenas a finales de junio, «estamos aquí para defender lo que es nuestro derecho,» finalizó Paulo Tupiniquim.

Fuente
France24Telesur

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