El gobierno entrega armamento militar a las milicias
El presidente venezolano Nicolás Maduro afirmó tener más de 3 millones de miembros de la milicia socialista armada a su disposición y ordenó a su ministro de defensa que entregue 13 mil armas de fuego de grado militar a los «trabajadores» en previsión de un presunto ataque de Colombia.
Según los informes, Maduro pasó gran parte de su fin de semana promocionando a las milicias socialistas, que están listas para defenderse de sus enemigos, una indicación, según algunos, de que no confía solo en las fuerzas armadas de la nación para mantenerlo en el poder.
Las fuerzas armadas venezolanas se negaron a reconocer a Guaidó y continuar respaldando a Maduro, por lo que es imposible para Guaidó ejercer algún tipo de gobierno como comandante en jefe. Maduro y su predecesor Hugo Chávez confían en el uso de supuestos colectivos, una especie de pandillas socialistas armadas que se utilizan para aterrorizar a los disidentes políticos.
Como la tenencia privada de armas es ilegal en Venezuela, solo los delincuentes, las fuerzas armadas y los que el gobierno permite, pueden están armados. Muchos han tratado en implicar que estos supuestos colectivos, están vinculados con las fuerzas armadas revolucionarias de Colombia, FARC y el ejército de liberación nacional o ELN, organizaciones que operan en Colombia y lo han hecho durante décadas, pero no existen pruebas fehacientes y el informe presentado por Iván Duque en la ONU, resultó ser falso.
«Queremos que cada fábrica sea un cuartel», anunció Maduro durante un evento en el sur de Venezuela el viernes, «He ordenado a los trabajadores y combatientes que reciban 13 mil armas de fuego», el presidente afirmó que era necesario armar a los «trabajadores» debido a los planes que, según se ha revelado, ha establecido el presidente colombiano Iván Duque, para invadir el país.
«Mientras mejor preparados estemos, mejor armados estamos para defender al país contra el imperialismo estadounidense y la oligarquía colombiana, podemos garantizar la paz, la producción y el progreso a nuestra querida nación», indicó Maduro.
Maduro ha acusado a los presidentes conservadores sudamericanos, Duque en Colombia; el presidente brasileño Jair Bolsonaro, el chileno Sebastián Piñera y el estadounidense Donald Trump de varias conspiraciones para invadir y colonizar Venezuela, caso que se ha hecho más evidente con la activación del TIAR, por estos mismos actores.
Las fábricas en Venezuela, se convertirán en cuarteles
Maduro también ha acusado a la «derecha fascista y al imperio norteamericano» de lanzar una «guerra eléctrica contra el pueblo», y ha arengado, «los estamos derrotando, pero siguen saboteando el sistema eléctrico de nuestro pueblo venezolano», insistió Maduro, según comentarios recopilados por los medios estatales.
Tras el anuncio, su ministro del interior, Néstor Reverol, anunció que cerca de 7 mil milicianos serían desplegados en todo el país para «garantizar la seguridad» de la red eléctrica nacional después de un colapso casi total en marzo, las interrupciones en todo el país, que afectan a la infraestructura clave, como hospitales y estaciones de policía, continúan afectando a la nación, Maduro atribuyó los cortes a una conspiración estadounidense.
«Nos estamos activando dentro del plan para estabilizar el sistema eléctrico nacional, 695 unidades de la milicia bolivariana, estamos hablando de 6 mil 950 milicianos que serán activados a lo largo y ancho», anunció Reverol, aunque no dio más detalles sobre qué, exactamente, harían para proteger la red eléctrica, aparte de un comentario secundario sobre su equipamiento para limpiar los arbustos alrededor de las subestaciones eléctricas.
Maduro este fin de semana ha establecido que la milicia socialista es independiente de las fuerzas armadas con un total de 3 millones 295 mil 335 personas y a afirmando que había lanzado una campaña para armarlos con 330 mil armas de fuego en las últimas dos semanas.
También hubo confirmado el mes pasado que estas armas vendrían de las fuerzas armadas, algo que algunos medios de derecha describieron como «una muestra de falta de confianza en el ejército», una estrategia mediática que ha tomado fuerza desde que en abril el presidente del congreso, anunció un golpe de estado desde una base militar en Caracas, que pocos minutos después habría fallado del todo.
Se ha señalado que solo el estado puede poseer legalmente armas de fuego, lo que han seguido alimentando los medios internacionales, pues para ello significa que el movimiento de Maduro de crear guerrillas socialistas es evidentemente ilegal, para tratar de encontrar descontento entre las fuerzas armadas y para que éstas migren a la disidencia.
