Los 9 magníficos en pro de la tierra (I)

En conjunto o individualmente, sus historias, están llenas de coraje y tragedia, han enfrentado a Goliat, pero no se han amilanado como los Davises de la madre naturaleza que juntos cuentan una historia milenaria de enfrentamiento, depredación, deterioro, deshumanización y destrucción del mundo natural, que desde hace miles de años y con la llegada de las revoluciones, se encuentra bajo un ataque cada vez más violento y destructivo.

Desde el Triángulo de Coral a la Sierra Madre, desde la selva del Amazonas a la sabana de África Occidental, los 9 magníficos, están atrapados en luchas contra la pesca ilegal, la agricultura industrial, los cazadores furtivos, los contaminadores y mineros, han visto a amigos, familiares o compañeros asesinados o arrestados, un par de guardaespaldas, y son de los que al despertar cada día agradecen haber sobrevivido un día más para luchar, a menudo son criminalizados, etiquetados de terroristas o retratados por sus enemigos como anti desarrollo, pero lo que los une es que están decididos a continuar sus reyertas a pesar de los riesgos siempre presentes y crecientes que los acosas.

El año pasado, un récord de 207 defensores y líderes sociales fueron asesinados, según un recuento revisado por testigo global y en los últimos 12 meses, se ha publicado los nombres y, cuando es posible, las caras y las historias de las víctimas en esa lista en medios alrededor del mundo, para visibilizarlos y con el fin de conmemorar sus vidas y desventuras en algunas de las regiones más afectadas del mundo.

Aunque para todos ellos, la lucha es local y muy poco difundida, accidentalmente, en su mayoría los defensores se vieron atrapados en una lucha más grande por el mundo natural y a menudo grandes corporaciones y carteles criminales pusieron precio a su cabeza, por haber osado interponerse a sus políticas salvajes de depredación a expensas de los recursos naturales y los campesinos de las regiones.

Este es el prefacio de las 9 historias de los defensores del derecho social y la tierra

La suya es la primera línea de una batalla entre aquellos que promueven la conservación y aquellos que promueven el consumo, un eterno conflicto que se ha acrecentado en los últimos 50 años, pero que en los últimos decenios se ha vuelto más violento a medida que los recursos se vuelven más escasos y paralelamente que las industrias extractivas financian las campañas de una nueva generación de hombres fuertes en política, como Rodrigo Duterte en Filipinas, Recep Tayyip Erdoğan en Turquía, Donald Trump en los Estados Unidos, Iván Duque en Colombia y Jair Bolsonaro en Brasil.

Los 9 magníficos son, Samuel Loware de Uganda; Maria do Socorro Silva de Brasil; Ramón Bedoya de Colombia; Marivic Danyan de Filipinas; Robert Chan de Filipinas; Isella González de México; Tuğba Günal y Birhan Erkutlu de Turquía; Fátima Babu de la India; y Nonhle Mbuthuma de Sudáfrica y vamos a conocer su história.

Todos ellos están comprometidos en erosionar las pocas protecciones legales que los activistas ambientales y los indígenas, los únicos grupos que pueden usar para contener minas, granjas y fábricas, una gran parte de los homicidios de líderes sociales y defensores, están relacionados con las fuerzas de seguridad del gobierno, particularmente en Filipinas y Colombia, que son países muy peligroso de Asia y América respectivamente para los activistas de derechos humanos y sociales, muchos otros son llevados a cabo por pandillas, particularmente en América Latina, que representa más de la mitad de todas las muertes de promotores.

«Lo único que hicieron estos 207 activistas fue cuestionar la forma en que se hacen los negocios, pero tuvieron la audacia de defender sus derechos, y proteger al medio ambiente, por lo que hayan sido asesinados, todo determina una acusación condenatoria de la forma en que se logran los productos que compramos», afirma Ben Leather, activista de la ONG Testigo Global, «los gobiernos y las empresas están poniendo las ganancias por encima de las personas y nosotros, los consumidores, no deberíamos simplemente estar indignados, sino presionarlos para que asuman la responsabilidad».

Las regiones con la mayor diversidad natural y étnica tienen los peores registros, Brasil, por ejemplo, la nación más grande del bosque amazónico, tiene la mayor cantidad de muertes seguidas por Filipinas, que está en el centro del Triángulo de Coral, luego viene Colombia, otra nación amazónica, y la república democrática del Congo, que posee el bosque más grande de África, no es por error que casi todas las víctimas fueron guardabosques, pero el mayor deterioro se registró en México, donde la aprobación del gobierno para concesiones mineras y agrícolas en territorio indígena ha contribuido a un aumento de cinco veces en las muertes de indígenas y defensores en comparación con el año anterior.

La impunidad es un problema importante y los defensores a menudo son estafados por los derechos de la tierra por parte de legisladores corruptos y políticos locales, pero cuando se resisten, son criminalizados o simplemente asesinados, bajo un manto de impunidad, donde nadie es castigado, es manifiesto que la mayoría de los defensores retratados aquí son pertenecientes a grupos indígenas y comunidades pobres, que han sido empujadas durante décadas e incluso siglos hacia los márgenes de la sociedad.

Por lo que no es coincidencia que sea desde allí donde la naturaleza es más abundante, donde los recursos permanecen sin explotar, donde hay ley, que se aplica absolutamente como instrumento al servicio de los perpetradores como herramienta de explotación, pero nunca para hacer justicia.

“Es casi apartheid. Los indígenas son tratados como don nadie «, dijo Victoria Tauli-Corpuz, la relatora especial de la ONU sobre los derechos indígenas, que fue calificada de terrorista en su propio país, Filipinas, «no podemos permitir que esto continúe o las personas que trabajan para proteger el medio ambiente desaparecerán y los transgresores dominarán el mundo y no queremos eso».

Los conflictos de baja intensidad rara vez son noticia porque rara vez son en blanco y negro, no amenazan el estatus quo y porque las autoridades locales y las empresas que nos abastecen están implicadas, aunque a menudo sea de manera indirecta, pero la mayoría de estos activistas están luchando contra nuestros intereses a corto plazo y nuestro bienestar a largo plazo, pues por un lado, se resisten a las empresas extractivas que ofrecen a los consumidores café, aceite de palma, pescado, titanio, aluminio, coltán, petróleo, cobre, plata y oro, que va a parar a nuestras computadoras, teléfonos móviles y automóviles y por otro, son los guardianes más eficaces de la biodiversidad global y la estabilidad climática.