Agentes colombianos participan en masacre durante protestas contra la violencia policial
La policía colombiana fue responsable de una masacre que causó la muerte de 11 manifestantes durante las protestas contra las brutalidades policiales que barrieron la capital en septiembre de 2020.
Según un informe publicado este lunes tras una investigación independiente respaldada por la alcaldía de Bogotá y las Naciones Unidas. La policía contestó con una masacre a las protestas en su contra.
«Fue una masacre policial», escribió Carlos Negret, ex defensor del pueblo del país sudamericano que dirigió la investigación, en el mordaz y extenso informe publicado el lunes.
En ese momento, «se necesitaba un liderazgo político y operativo decisivo, basado en los derechos, a nivel nacional y local para evitar que esto sucediera», pero no ocurrió.
Las protestas contra la policía, se extendieron por Bogotá y Soacha en septiembre del año pasado. Poco después de que se hicieran virales imágenes de agentes policiacos inmovilizando hasta matar con pistolas Taser a un padre de dos hijos.
11 personas muertas, son una masacre, como afirmó el informe
Ordoñez, víctima de los policías, habría sido detenido, por violar las restricciones de Covid. Y a pesar de no haber sido un criminal, fue inmovilizado y disparado con los Taser, hasta matarlo.
«¡Por favor, no más!», se le puede escuchar suplicando en el video. Murió poco después a causa de las heridas sufridas bajo custodia.
El incidente fue comparado con el asesinato policial de George Floyd en Minneapolis en mayo de 2020. Y que igualmente desencadenaron protestas generalizadas contra la policía.
Las protestas, se encontraron con una respuesta violenta de los agentes de policía que utilizaron rondas «menos letales» de escopetas, palos y gases lacrimógenos.
Mientras los manifestantes incendiaban docenas de quioscos policiales en toda la ciudad. Junto a 14 manifestantes muertos, 11 de los cuales fueron asesinados por la policía, cientos de manifestantes y agentes resultaron heridos.
La mayoría de las muertes en la masacre, ocurrieron en barrios más pobres de la ciudad. Esto, llevó a los investigadores a concluir que «existe una criminalización de la pobreza por parte de las fuerzas estatales”.
“Lo que desató acciones autoritarias e ilegales contra residentes de ciertos sectores sociales» y condujo a la masacre de los 11 colombianos.
«La práctica más representativa y generalizada durante estos días de protesta fue el uso ilícito de la fuerza por parte de miembros de la policía nacional», señala el informe.
«Esta investigación concluye que la policía nacional abandonó abiertamente los principios de proporcionalidad». La investigación se llevó a cabo a pedido de la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, y contó con el apoyo del programa de desarrollo de la ONU.
