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La invasión silente de guerrilleros en Venezuela

A 650 kilómetros frontera adentro acusan al ELN de asesinatos masivos

Nassif Suliman, vio ir a su hija Adela, partió desde su hogar en Tumeremo para buscar oro en las minas salvajes de la selva sur de Venezuela, y cuando llegaron noticias de que los rebeldes guerrilleros legados del extranjero habían cometido una brutal masacre en la región, Suliman, se unió al ejército en una angustiosa búsqueda de cadáveres.

«Fue una caminata normal hasta que vi manchas de sangre, y luego, junto a un arbusto a 500 metros de la carretera principal, vi su cuerpo, todo sangriento y magullado», aseveró Suliman, Adela había recibido un disparo en la cabeza, durante tres días, a partir del 14 de octubre, al menos siete mineros fueron asesinados cerca de Tumeremo, en el estado de Bolívar, el corazón del llamado «arco minero» de Venezuela.

La minería en la región siempre había sido una vocación peligrosa: las minas estaban controladas por mafias locales violentas que operaban con impunidad, pero ahora, sin embargo, un grupo guerrillero de izquierda de la vecina Colombia se está expandiendo en la zona y dejando cadáveres a su paso, las familias de las víctimas dicen que el Ejército de Liberación Nacional o ELN, estuvo detrás de la masacre que tuvo lugar a 650 kilómetros de la frontera colombiana.

El grupo rebelde ha operado durante mucho tiempo a lo largo de la frontera entre los dos países, pero la reciente masacre sugiere que su alcance se extiende a lo profundo de Venezuela, mientras se adentran en las lucrativas minas de oro informales, «los guerrilleros hicieron esto», afirma Suliman.

Guerrilleros en Venezuela.
Desde hace tantos años como los que tiene la lucha armada en Colombia, los guerrilleros han utilizado a Venezuela como retaguardia estratégica.

Los guerrilleros han penetrado y ocupado el Arco Minero

Venezuela, rica en petróleo, pero está sumida en la agitación económica con una hiperinflación desenfrenada y una escasez generalizada de bienes básicos, por lo que más de 2 millones de personas han huido del país donde un kilo de carne es más caro que el salario promedio semanal, para muchos de los que permanecen en el país, las minas clandestinas e informales de oro y coltán ofrecen una manera de ganarse la vida, aunque con un gran riesgo.

«Todos los que entran a las minas tienen miedo», comenta José Pacheco, un minero de la región, al principio le preocupaba que su hija también hubiera muerto en la masacre, aunque ella apareció con vida unos días después, «nunca se sabe si saldrán … ahora con guerrilleros allí es aún peor».

Los funcionarios venezolanos niegan la presencia de guerrilleros del ELN en el estado Bolívar, pero los lugareños dicen que vivir entre el ejército rebelde es un hecho de la vida cotidiana, «los rebeldes quieren tomar el control de todas las minas, atacando a mineros inocentes que trabajan para comer», afirma Jenny Mota, una residente cuya sobrina vende cigarrillos y bocadillos a los mineros, «todos mis familiares dicen que son guerrilleros y que son colombianos».

El conflicto de Colombia, que comenzó en 1964, ha dejado al menos 260 mil muertos y más de 7 millones de desplazados, militares y paramilitares alineados con el estado contribuyeron a la violencia, el grupo rebelde que fue el más grande de Colombia, las fuerzas armadas revolucionarias de Colombia, FARC, se desmovilizó tras un acuerdo alcanzado a fines de 2016, aunque ese proceso ha estado lleno de deserciones y asesinatos de activistas que apoyan el acuerdo.

Pero aún queda el ELN, que había estado en conversaciones de inicio y final con el gobierno colombiano, aunque esas conversaciones recientemente se estancaron, los rebeldes colombianos han usado durante mucho tiempo a Venezuela como una retaguardia estratégica, con las fuerzas de seguridad venezolanas, según, dispuestas a hacer la vista gorda.

En medio de las dudas sobre la frágil paz en Colombia, los disidentes del ELN y las Farc que optaron por no depositar armas aprovecharon el caos en Venezuela para expandir su presencia en el interior del país vecino y en el arco minero de Venezuela, que se extiende a lo largo del país desde la frontera con Colombia hasta la frontera con Guyana, y ha sido durante mucho tiempo un sinónimo de anarquía y violencia.

Los soldados mataron a 18 personas en la región en febrero y el pasado año, en una escaramuza entre bandas rivales quedaron 17 muertos, ya en los últimos dos años, se estima que 107 personas murieron en masacres en el estado de Bolívar, y ahora, con el ELN apostando por el territorio, la situación de los locales se está deteriorando rápidamente.

Bram Ebus, un consultor de International Crisis Group e investigador de Infoamazonía, un sitio web que monitorea la región del Amazonas, escribe que los rebeldes buscan establecerse como la principal presencia en el arco minero, «están en eso por un largo tiempo», «al imponer impuestos a las operaciones mineras de oro y coltán ilegales, los guerrilleros están recolectando grandes sumas de dinero con poco respeto por los derechos humanos», afirma Ebus, y agregó que muchas masacres no son denunciadas, ya que los locales tienen mucho miedo de hablar.

Américo de Gracia, un destacado político opositor en Venezuela, afirma que, a pesar del silencio del gobierno, Nicolás Maduro y sus amigos están al tanto de la presencia del ELN: «el silencio otorga. Ellos saben que es verdad. Saben que el ELN está operando en el estado Bolívar”, concluyó.

Fuente
NTN24

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