El nuevo beato de la iglesia, es reconocido como un médico santo desde siempre
Un médico venezolano de origen andino conocido por tratar a todos sin importar su clase. José Gregorio Hernández Cisneros, ha sido beatificado. Y dio un paso hacia su santidad en la Iglesia Católica Romana. Pero desde siempre ha sido el santo médico de Latinoamérica.
José Gregorio Hernández, quien nació en 1864, es venerado en Venezuela como el «doctor de los pobres”. Es ampliamente venerado en toda Latinoamérica. Murió a la edad de 54 años en 1919, después de ser atropellado por un coche en Caracas.
Aunque la beatificación se produce después de que la Iglesia le atribuyera un milagro por salvar la vida de una niña. El médico santo, según afirman, participó en miles y miles de milagros que, aunque no se pueden comprobar, poco importa para quienes lo siguen.
Nacido en el pequeño pueblo andino de Isnotú en el estado de Trujillo. José Gregorio Hernández estudió en París, Berlín, Madrid y Nueva York, y se convirtió en un reconocido bacteriólogo. Trabajando junto a los más grandes médicos de Venezuela.
El médico Santo, tiene al menos un altar en todas las capillas de hospitales y clínicas de Venezuela. Pero es una figura ineludible en las casas de Venezuela y Colombia, y es respetado por más de 3 generaciones.
Venezuela, Colombia, Perú, Ecuador y más países, celebran la beatificación de José Gregorio Hernández
José Gregorio Hernández, fue atropellado por un coche mientras cruzaba una calle después de recoger medicamentos en una farmacia para llevar a una mujer de bajos recursos.
«Siempre cuidaba a sus pacientes con la mayor atención posible… Y ayudaría a comprarla a aquellos que no tuvieran medicinas». Indicó monseñor Tulio Ramírez. «A lo largo de la vida de José Gregorio Hernández, se comentó que hacía milagros porque era un hombre bendecido».
Desde 1949, los católicos venezolanos han trabajado para fervientemente para su beatificación. El papa Francisco firmó el decreto el pasado mes de julio, tras el reconocimiento del milagro. Según el protocolo católico romano, un segundo milagro debe tener lugar después de la beatificación para proceder a la santidad.
Pero para muchos en Latinoamérica, ya es un santo. «He sido devoto de José Gregorio desde que era un niño. Con el tiempo hemos visto muchos milagros que José Gregorio Hernández hizo», señalan miles.
La beatificación proporcionó una rara oportunidad de unidad en un país que ha sufrido años de grave crisis económica y política, y ahora lucha por contener la propagación de Covid-19.
La ceremonia tuvo que ser ajustada debido al virus. El evento se llevó a cabo a puerta cerrada en una capilla al norte de la capital Caracas, y el secretario de estado del Vaticano no viajó al país como estaba previsto inicialmente, citando la pandemia.
