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De Odebrecht al suicidio de Alan García

La caída del dos veces presidente de Perú, que un día decidió morir

Acusado de haber recibido sobornos de la constructora Odebrecht, el expresidente de Perú Alan García, de 69 años, se suicidó durante una tentativa de la policía para detenerle el martes 17, la justicia peruana solicitó la detención preventiva de García durante diez días, bajo el cargo de que fue sobornado por la empresa Odebrecht durante su segundo mandato, entre 2006 y 2011, aunque el lo negó.

El pago irregular tendría relación con un proyecto del metro en Lima, capital del país, la información surgió durante las investigaciones de lavado de dinero, operación Lava-Jato y sus consecuencias en los países fuera de Brasil.

García fue llevado a un hospital, pero llegó sin signos vitales, los partidarios se reunieron afuera del hospital y tuvieron que ser contenida por la policía, el ministro del interior de Perú, Carlos Morán, afirmó a la prensa que, después de la llegada de la policía, García me pidió hacer una llamada de teléfono.

Por lo tanto, habría entrado en una habitación y cerró la puerta, minutos más tarde, las autoridades escucharon el disparo, García dedicó varios mensajes en su cuenta de Twitter para defenderse de los cargos.

Un día antes de la detención y suicidio, escribió: «en ningún documento mencionado y ninguna pista o evidencia me implica, es sólo especulación o inventos. Nunca me vendí y se ha demostrado».

García fue dos veces presidente de Perú entre 1985 y 1990, 2006 y 2011, también fue senador, diputado y figura destacada del partido popular de alianza revolucionaria, APRA.

El suicidio de García es otro capítulo en el escándalo de Odebrecht Perú, investigado por el lavado dinero, autos y de equipo especial en el país, en referencia a la operación brasileña Lava-Jato, que inició las investigaciones sobre el contratista.

Odebrecht admitió haber pagado 29 millones de dólares de sobornos en Perú, entre 2005 y 2014 a cambio de obtener contratos, por lo que caían las sospechas de corrupción sobre cuatro expresidentes del país.

En febrero de este año, la contratista firmó un convenio de colaboración con los promotores de la operación en Perú, en el que se comprometía a proporcionar información y pago de una indemnización de alrededor 230 millones de dólares.

Además de Perú y Brasil, el contratista admitió a la justicia de los Estados Unidos, que ha pagado sobornos en más de diez países de África y América Latina, para un total de 788 millones, siendo Brasil y Perú los países donde más se ha avanzado.

Alan García.
Dos veces presidente, senador y diputado y con una carrera entre palacio de gobierno, el congreso y sedes judiciales, Alan García ha dejado de existir a los 69 años.

Alan García Pérez, sabía que, para él todo estaba perdido

En el caso de García, los fiscales peruanos investigan al expresidente por tener «un papel importante» en la aplicación del Metro de Lima, por el que Odebrecht habría pagado sobornos.

Entre las sospechas en contra García, se descubrió que habría recibido 100 mil dólares de Odebrecht, en una charla dada en la federación de industrias del estado de São Paulo, Fiesp, en 2012, en ocasión, el peruano habló de comercio y las inversiones extranjeras.

El pago por la conferencia no habría sido hecho directamente por Odebrecht, pero si a través de un intermediario, el abogado brasileño José Américo Spinola en Brasil, el hecho fue reportado por el ejecutivo de Odebrecht Marco Grillo, en testimonio para la fiscalía en Perú en febrero de este año, en Curitiba.

«Es un abuso, en el 2012 yo no era presidente, podrían ser contratados para cualquier conferencia. Hizo la Conferencia, recibí los cargos en mi cuenta en Lima y pagué 30% de impuestos inmediatamente», escribió García en Twitter, al final del año pasado.

Al final del año pasado, García tenía prohibido salir de Perú por 18 meses y buscó asilo en Uruguay, afirmando ser víctima de persecución política, el peruano llegó a permanecer unos días en la embajada de Uruguay.

Al tiempo, escribió en Twitter: «La obsesión en el congreso hablan de que yo participe en Lava-Jato. Pero la empresa Odebrecht afirmó que pagó y cuánto pagó. Nunca habla de nada ilegal con Alan García».

Sin embargo, se le negó la solicitud de asilo, «las investigaciones concluyen que el caso de Alan García no es de una persecución política, puesto que en Perú los tres poderes actúan autónomamente y libremente del estado y especialmente el poder judicial,» indicó el presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, en diciembre.

Nacido en una familia de clase media conectada al APRA, García se unió a política a los 17 años, en la federación juvenil Aprista y a los 31 años, fue elegido, llegó a la presidencia del Perú tras las elecciones, con 36 años.

En su mandato, el Perú experimentó un período de auge económico, impulsado por medidas populistas y el alto gasto público, entonces, sin embargo, vino de años de hiperinflación y de una profunda crisis económica, además, ante la ofensiva guerrilla Sendero Luminoso.

En las siguientes elecciones, Alberto Fujimori fue elegido al sucesor de García y durante este período, García fue acusado de corrupción y huyó a Colombia, con la caída de Fujimori, en 2001, García volvió a Perú, participó en la elección a presidente, pero fue derrotado y en las elecciones de 2006, regresó al poder.

Según los documentos presentados por la inteligencia peruana en la comisión parlamentaria que investiga las ramificaciones del lavado de coches en Perú, las empresas con vínculos con Pedro Pablo Kuczdynski, habría recibieron dinero de Odebrecht y los montos fueron transferidos a la cuenta del presidente.

Las transferencias habrían sido hechas entre el 2005 y 2016, cuando PPK fue ministro de economía, primer ministro y candidato presidencial, según un informe de El Comercio de Lima.

Pidió a la comisión en el congreso sobre el caso, PPK ha negado irregularidades, «Responsable de la inteligencia peruana debe ser despedido», además de PPK y Alan García, Ollanta Humala, quien gobernó entre 2011 y 2016, fue encarcelado preventivamente el año pasado y hoy espera juicio en libertad.

Alejandro Toledo, por su parte, presidente del Perú entre el 2001 y el 2016, se considera evadido de la justicia en Estados Unidos, es una permanente solicitud de extradición, todos niegan los cargos.

El año pasado, un ex director de Odebrecht Perú, Jorge Barata, habría revelado las contribuciones de la empresa a los principales partidos políticos peruanos en la campaña presidencial de 2011, incluyendo las leyendas Keiko Fujimori, hija del ex presidente Alberto Fujimori, PPK y Toledo.

Fuente
ElPaisPeru21

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