La derechista Keiko Fujimori acepta la derrota, pero aún señala de “ilegitima” la victoria del maestro
Keiko, ya perdió las elecciones presidenciales de 2016 ante Pedro Pablo Kuczynski por un pequeño margen. La candidata de fuerza popular, intentó anular unos 42 mil votos, revirtiendo la votación. En febrero pasado, pocos meses antes de las elecciones más recientes, opinó que no había presionado más para un recuento.
La candidata derechista Keiko Fujimori finalmente ha cedido después de más de un mes de disputar las elecciones presidenciales del 6 de junio. Reconociendo su derrota ante el candidato socialista Pedro Castillo.
En un discurso televisivo, Keiko señaló que «reconocerá los resultados porque es lo que la ley y la constitución obligan, y ella juró defender».
«Perú Libre nos robó miles de votos el día de las elecciones», señaló Keiko, sobre el partido de Castillo. Convocó grandes protestas contra lo que describió como su declaración de victoria «inminente e ilegítima».
Keiko no podrá evadirse del juicio en su contra
«Hago un llamado a todo el país para que entre en una nueva etapa con todos los derechos que nos da la ley y la constitución. Hago un llamado a los peruanos a no rendirse y a avanzar lanzando una gran defensa de la democracia», comentó Keiko.
Al inicio de la carrera presidencial, Fujimori se había burlado de Castillo y su partido, Perú Libre, por plantear acusaciones de fraude. Sin embargo, en la segunda vuelta de las elecciones del 6 de junio, el conteo comenzó a volverse en su contra.
Keiko Fujimori comenzó a atribuir los vientos cambiantes al fraude, a pesar de no tener pruebas de esta afirmación. Buscó el descarte de cientos de miles de papeletas, lo que tenía el potencial de revertir el resultado, ya que Castillo estaba 44 mil votos por delante.
Los observadores internacionales, informaron que la elección habría sido blanca y que no encontró pruebas de fraude. Ni la conflictiva OEA, generó dudas para interferir contra la victoria del candidato socialistas.
De hecho, la convocatoria de simpatizantes de Keiko a las calles para disputar el voto fuera de las estructuras democráticas. No obtuvo mayor importancia y finalmente Keiko fue abandonada.
La hija del ex dictador Alberto Fujimori, quien gobernó Perú desde 1990 hasta 2000. De quien se señala que su mandato estuvo asociado con duras reformas económicas neoliberales, privatizaciones y terror político. No podrá otorgar el indulto a su padre, como lo prometió en campaña.
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