Júpiter tiene 12 lunas más y muchas más cosas

En una serendipia proporciones cósmicas, mientras que los astrónomos buscaron un planeta hipotético en las orbitas más alejadas de nuestro sistema solar, se han tropezado con un grupo de doce satélites que están orbitando a Júpiter en gigante gaseoso quinto desde el sol y que recibe su nombre del dios romano dueño del trueno, la docena de nuevos satélites descubiertos orbitando al planeta recorren un espiral suicida que inevitablemente conducirá a su destrucción violenta, según explican sus descubridores.

Originalmente, cuando un equipo del estadounidense instituto Carnergie dirigido por Scott Sheppard examinaba el cielo en busca de objetos muy lejanos, como parte de la caza del posible planeta X, que debe estar ubicado más allá de Plutón, el centro de planetas menores de la unión astronómica internacional, se valió de los datos para calcular la posible órbita del posible planeta, pero lo que ha obtenido es la trayectoria de las nuevas lunas de Júpiter, el trabajo ha sido largo, y se prolongó un año.

Gareth Williams, uno de los miembros del equipo de astrónomos, explicó que «hacen falta varias observaciones para confirmar que un objeto realmente orbita Júpiter” y como ninguna de estas lunas es Ganímedes, la luna más grande del sistema solar, son muy difíciles de rastrear en el firmamento, los satélites son pequeños, algunos apenas un kilómetro de ancho, y están girando en todo tipo de caminos extraños alrededor del mundo gigante.

12 nuevas lunas amigas para completar una fiesta joviana de 79

El equipo vislumbró por primera vez las lunas en marzo del año pasado desde el observatorio interamericano de cerro Tololo en Chile, pero necesitó más de un año para confirmar que los cuerpos estaban en órbita alrededor del gigante gaseoso. «Fue un proceso largo», dijo Sheppard, quien dirigió el esfuerzo en la institución Carnegie para la ciencia en Washington, el planeta Júpiter, el más planeta grande del sistema solar, apenas tenía lunas antes de los últimos hallazgos y la llegada reciente de satélites naturales eleva el número total de lunas jovianas a 79, más de las que se sabe que rodean a cualquier otro planeta en nuestro vecindario cósmico.

Nueve de las lunas son parte de una nube exterior que orbita Júpiter en dirección contraria al giro del planeta, tardan unos dos años en darle la vuelta y se cree que son los restos de tres cuerpos celeste más grandes que se rompieron por colisiones, el equipo descubrió las nuevas lunas casi por accidente, gracias a una alineación fortuita de Júpiter con su proyecto de investigación inicial y una tecnología de telescopio recientemente instalada.

Es «Fascinante», manifestó el científico planetario Doug Hemingway de la universidad de California, Berkeley. «Este es un gran recordatorio de que cuando desarrollas la capacidad de estudiar una cosa, nunca sabes qué más puedes descubrir en el camino» y es que detectar lunas nuevas alrededor de Júpiter es bastante difícil, ya que cualquier cosa lo suficientemente pequeña como para ocultarse de nuestra vista es bastante débil, y el seguimiento de esos puntos oscuros requiere potentes telescopios que a menudo tienen un campo de visión demasiado pequeño para capturar todo el sistema joviano. Para empeorar las cosas, Júpiter es bastante brillante, y su resplandor puede oscurecer lunas diminutas.

Otras dos lunas forman un grupo interior más cercano a Júpiter al que orbitan en la misma dirección que la rotación del planeta, con distancias orbitales y ángulos de inclinación similares, por lo que también podrían ser parte de una luna mayor, pero la última luna es «realmente un bicho raro», en palabras de Sheppard, quien explicó que se trata de una luna que tiene una órbita que no se parece a ninguna de los otros satélites de Júpiter.

Valetudo, nombre propuesto en honor a la diosa de la salud y la higiene, bisnieta del dios romano Júpiter mide solo un kilómetro y medio de diámetro, por lo que es probable que sea la luna más pequeña de Júpiter, el pequeño cuerpo rodea a Júpiter en una órbita prograda, pero a una distancia que significa que cruza el camino de otras lunas que se lanzan hacia ella.

Lo más disímil de la órbita de Valetudo, pues gira alrededor de Júpiter en la misma dirección que el giro del planeta, o lo que es lo mismo, se mueve en dirección contraria que las del resto de su grupo, por lo que se cruza con ellas y hace mucho más probable que se produzcan colisiones frontales, pero dada la violencia inminente, puede ser más que una coincidencia que Vale Tudo, que se traduce del portugués como «todo vale», sea una forma primitiva de artes marciales mixtas de contacto total. «Valetudo es como conducir por la carretera en el lado equivocado de la carretera», dijo Sheppard.