El Niño cambia el clima de Alaska a la Patagonia
El Niño impulsa el calor récord de Amazonas a Alaska, ya se enfrenta una "crisis climática enorme y urgente" causado por humanos
Un fenómeno natural que se intensifica por el cambio climático provoca sequías, incendios, inundaciones y olas de calor en todas las regiones del mundo desde Alaska al norte, hasta los más austral del planeta
El Niño es un fenómeno climático que consiste en el calentamiento anormal de las aguas superficiales del océano Pacífico ecuatorial. Este afecta los patrones de viento, lluvia y temperatura en todo el planeta. Además de las corrientes que se originas en el Polo y Alaska. El Niño ocurre cada dos a siete años, y suele durar entre nueve y 18 meses.
Según las proyecciones de la Organización Meteorológica Mundial (OMM). Hay un 75% de probabilidades de que El Niño se desarrolle en el segundo semestre de 2024. Y un 80% de que se extienda hasta el primer trimestre de 2025. Además, se espera que El Niño. Sea de intensidad moderada a fuerte, lo que podría provocar un nuevo récord de temperatura global para 2024.
Los efectos de El Niño desde Alaska en el hemisferio norte
El Niño tiene un impacto significativo en el clima del hemisferio norte, especialmente desde Alaska en América del Norte y Asia. Algunos de los efectos que se pueden esperar son los siguientes:
- En Alaska y el oeste de Canadá, El Niño suele traer inviernos más cálidos y secos. Esto reduce la acumulación de nieve y hielo, y aumenta el riesgo de incendios forestales y la escasez de agua.
- En el centro y el sur de Estados Unidos, El Niño suele provocar lluvias e inundaciones por encima de lo normal. Especialmente en California y Texas, lo que puede causar daños en la infraestructura, la agricultura y la salud pública.
- En el noreste de EEUU y el sureste de Canadá, El Niño suele generar inviernos más templados y menos nevados. Lo que puede beneficiar a algunos sectores económicos, como el transporte y la construcción, pero perjudicar a otros, como el turismo y la energía.
- En el norte de Asia, El Niño suele ocasionar inviernos más fríos y secos. Lo que puede afectar la producción agrícola, la seguridad alimentaria y la salud de la población, especialmente en China, Mongolia y Corea del Norte.
- En el sur y el sureste de Asia, El Niño suele causar sequías y olas de calor. Provocando hambrunas, enfermedades, migraciones y conflictos, especialmente en India, Pakistán, Bangladesh, Indonesia y Filipinas.
Los efectos de El Niño en el hemisferio sur
El Niño también tiene un impacto importante en el clima del hemisferio sur. Especialmente en América del Sur y África. Algunos de los efectos que se pueden esperar son los siguientes:
- En el norte de América del Sur, El Niño suele generar lluvias e inundaciones por encima de lo normal. Especialmente en Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela, lo que puede ocasionar deslizamientos, desplazamientos, pérdidas de cultivos y brotes de enfermedades.
- En el sur de América del Sur, El Niño suele provocar sequías y olas de calor. En Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay, lo que puede afectar la producción de alimentos, la generación de energía y la calidad del aire.
- En el este de África, El Niño suele causar lluvias e inundaciones por encima de lo normal. En Etiopía, Kenia, Somalia y Sudán del Sur, lo que puede generar desastres humanitarios, epidemias, plagas y conflictos.
- En el sur de África, El Niño suele ocasionar sequías y olas de calor, especialmente en Angola, Botsuana, Madagascar, Mozambique y Sudáfrica, lo que puede reducir la disponibilidad de agua, la producción agrícola y la seguridad alimentaria.
Un desafío para la adaptación y la mitigación del cambio climático
El Niño es un fenómeno natural que se ha registrado desde hace siglos, pero que se ha visto exacerbado por el cambio climático, que ha aumentado la temperatura y la variabilidad del océano Pacífico. El Niño tiene efectos positivos y negativos en distintas regiones del mundo, pero en general, sus consecuencias son más perjudiciales que beneficiosas, especialmente para los países más pobres y vulnerables.
El Niño representa un desafío para la adaptación y la mitigación del cambio climático, ya que requiere de una mayor coordinación y cooperación entre los países afectados, así como de una mayor inversión en prevención, alerta temprana, asistencia humanitaria y recuperación. Asimismo, El Niño exige una mayor conciencia y responsabilidad de los países emisores de gases de efecto invernadero, que deben reducir sus emisiones y cumplir con los compromisos del Acuerdo de París.