Donald Trump se enfrenta al FBI y sectores de inteligencia

La ira de Trump por ser objeto de la investigación sobre la injerencia de agentes rusos en el transcurso de la campaña presidencial de 2016, en la que saliese electo, se ha dirigido en esta ocasión contra el exdirector de la Agencia Central de Inteligencia, CIA, John Brennan, al que ha culpado de ser el responsable de iniciar lo que Trump a denominado un «asesinato político» cuando lanzó sobre él, las primeras sospechas en el caso ruso.

«Brennan está en pánico. Se ha deshonrado a sí mismo, ha deshonrado al país y ha deshonrado a toda la comunidad de inteligencia», ha escrito el presidente estadounidense en su “Swear Jar”, la red social Twitter, con respecto al que fuese director de la CIA entre 2013 y 2017.

Trump, ha dicho que Brennan, «fue un asesinato político. No fue una investigación de inteligencia», ha afirmado el presidente en Twitter, paradójicamente, Brennan ha sido el que ha ayudado a Trump para conseguir los votos que han llevado Gina Haspel a la dirección de la CIA.

Trump se enfrenta al FBI y se acerca a la CIA

Brennan ha sido la razón por la cual el Senado ha aceptado la confirmación de la actual directora de la central de inteligencia, quien habría sido nominada por Trump para conducir la agencia y que fuera designada el día de ayer.

Trump ha expresado en su discurso de ayer que busca crear una mejor relación con el personal de la CIA, a quienes se ha referido como «los principales profesionales de élite en todo el planeta», Trump ha asistido a la investidura de Haspel, acompañado del vicepresidente Mike Pence, y ha tenido, aunque algo tarde, alguna deferencia con la agencia de inteligencia norteamericana.

El presidente norteamericano habría descargado su ira contenida en twitter, por informaciones divulgadas sobre la agente la intrusión de un agente de la CIA que se habría colado en su comando de campaña en 2016 y que habría filtrado las informaciones al FBI con respecto a la colusión con Rusia.

Desde el pasado viernes, Trump ya habría afirmado el FBI tenía «por lo menos un» informante «plantado» dentro de su comando de campaña y el domingo, le planteó públicamente al FBI que le informase “si efectivamente tenía un agente infiltrado en el comité de campaña y si esa infiltración se había realizado por orden del entonces presidente Obama”, cosa que no ha obtenido respuesta, al menos no pública.

En un quebradero de cabeza, se ha convertido la investigación que conduce Robert Mueller sobre la colusión con Rusia, deteriorando su relación con el buró federal de investigación, por ahora, Mueller y su equipo de investigadores, han indicado tener en su poder unas 22 denuncias concretas contra personas muy próximas a Trump y personal que le asistió durante la campaña electoral del 2016.

Aunque las acusaciones no son directas hacia el presidente, ni a la colusión con Rusia, como el blanqueo de capitales anterior a la campaña, y la evasión fiscal de sus empresas o hasta el hecho de haber mentidos a agentes del FBI.

Este sería uno de los puntos más importantes de la investigación que emprendió Mueller y la reunión que se efectuó en junio de 2016 entre jefes de campaña de Trump y una abogada rusa, quien la entregaría informaciones comprometedoras sobre Hillary Clinton.

El presidente ha insistido que todo el razonamiento solo se trata de una revancha política de algunos funcionarios demócratas que han impulsado a Mueller y que sólo están molestos por la derrota de Clinton en la elección presidencial.