Los contribuyentes norteamericanos se plantean el gasto de Guaidó
A pesar de los cientos de millones de dólares que estados Unidos ha canalizado a la campaña de Juan Guaidó, el autoproclamado presidente interino, no se han cumplido las promesas de desbancar al presidente venezolano Nicolás Maduro, el ex Embajador Dr. Ángel Rafael Tortolero Leal ha explicado qué hay detrás del fracaso de la selección estadounidense y adónde ha ido el dinero.
En declaraciones del viernes pasado, el autoproclamado presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó, elogió el respaldo «firme» de Donald Trump y predijo nuevas sanciones contra el gobierno de Maduro mientras comentaba su visita de febrero a la Casa Blanca y al foro económico mundial.
Sin embargo, no todo es color de rosa en el campo de oposición liderado por Guaidó en casa a pesar de la bravuconada internacional del presidente interino, a mediados de enero, la periodista venezolana Tania Rodríguez, arrojó luz sobre la presunta corrupción dentro de las filas del equipo de Guaidó, mientras que la oposición del país sigue dividida sobre la falta de transparencia con respecto a la ayuda exterior.
Según el Tortolero Leal, profesor de la universidad nacional experimental de los Llanos Centrales Rómulo Gallegos, diplomático y ex embajador, a los ojos del pueblo venezolano Guaidó es «un ladrón que en tan solo un año logró acumular una gran fortuna con el saqueo de las empresas venezolanas en el extranjero».
Días después de que Guaidó se declarara el «presidente interino» del país, Estados Unidos anunció que le había entregado el control de las participaciones venezolanos de la reserva federal de Nueva York y de los bancos asegurados a nivel federal, más tarde, el entonces presidente de la asamblea nacional obtuvo el control de las empresas públicas venezolanos que operan fuera del país.
Además, según informa la agencia de los norteamericana para el Desarrollo Internacional, USAID, desde el año fiscal 2017, la administración de Trump, ha destinado más de 656 millones de dólares en asistencia humanitaria y de desarrollo para abordar la crisis venezolana, en su sección de preguntas frecuentes, USAID insiste en que «no se proporcionan fondos directamente» a la administración de Guaidó.
Guaidó personifica los signos y símbolos de la supuesta supremacía del imperio estadounidense
Sin embargo, un memorándum interno obtenido por The Angeles Times en julio de 2019, describió que alrededor de 40 millones de ayuda estadounidense se destinó específicamente para pagar los salarios del gobierno interino, las tarifas aéreas y la capacitación para un buen gobierno, etc.
Hasta la fecha, el equipo liderado por Guaidó no ha dado informes exhaustivos sobre cómo se está gastando el dinero obtenido de los activos extraterritoriales de Venezuela y proporcionado por USAID y otros organismos para el país.
«Guaidó nunca informó nada sobre los fondos recibidos y por eso más de la mitad de los diputados de la oposición lo han abandonado», explica el Dr. Tortolero. «La discrepancia entre lo que dice USAID y lo que revelan las investigaciones periodísticas nos permite ver claramente que hay una guerra multifactorial en Venezuela que afecta directa y criminalmente al pueblo venezolano y a los estadounidenses comunes y corrientes ciudadanos que ven cómo sus impuestos son desviados por la clase política que los gobierna».
El 20 de enero, el presidente de la Asamblea Nacional, Luis Parra, anunció la creación de una comisión especial que supervisará una investigación sobre el uso de los supuestos fondos de ayuda humanitaria enviados a la oposición venezolana por USAID.
En una entrevista de enero con el Diario do Centro do Mundo, Parra expresó su preocupación de que la gestión de Guaidó de las empresas públicas venezolanos en el extranjero también plantee sospechas de apropiaciones indebidas potencialmente masivas, refiriéndose, en particular a los Monómeros de PDVSA con sede en Colombia y a Citgo, con sede en Estados Unidos.
«En Venezuela, la justicia es lenta, pero segura», subraya Tortolero, «Guaidó se enfrenta a un caldo de demandas y acusaciones de la justicia y de personas engañadas por sus promesas, por las que pronto tendrá que pagar”.
“Recuerde que, en nuestra legislación, los delitos contra la cosa pública, no tienen estatuto de limitaciones, lo que significa que la justicia tomará su tiempo y cada día habrá más delitos añadidos al proceso judicial que corresponde a Guaidó por sus actos».
Según el ex embajador, hay suficiente evidencia de la corrupción de Guaidó y sus asociados y no hay duda de que el estado continuará las investigaciones sobre ellos, «Mientras tanto, los gobiernos de la región que arrojaron su peso detrás de él y las figuras de la oposición que creían que podía tomar el poder por asalto, continuarán retirando su apoyo, lo que se evidencia en una respuesta pública disminuida a su solicitud de marchas, reuniones y mítines», comenta el profesor.
