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Gobierno venezolano falló en su propósito

El estado más defensor de Latinoamérica es ahora un estado fallido

En tan sólo menos de una década después de grandes avances del gobierno venezolano en la lucha contra la desnutrición, Caracas ahora enfrenta crisis masivas de refugiados y hambre, y es que incluso en un continente lleno de países que tienen una historia de conflictos violentos, el reciente desplazamiento de personas de Venezuela es el más grande que América Latina haya enfrentado.

La migración masiva de la sociedad sudamericana profundamente problemática está siendo causada por una crisis económica y humanitaria sin precedentes, al llegar a un nuevo nivel de desesperación, los venezolanos ahora huyen del país debido al hambre, según las últimas cifras publicadas por la organización de las naciones unidas para la agricultura y la alimentación, FAO y otras agencias de las Naciones Unidas.

El hambre en Venezuela está en aumento, según un informe de la FAO sobre seguridad alimentaria y nutrición publicado el mes pasado, la desnutrición aumentó siete veces, del tres por ciento en 2010 al 21 por ciento el año pasado, y es una lucha que el gobierno venezolano está perdiendo.

Venezuela se encuentra en medio de agitación política, con China, Rusia y Estados Unidos tomando posiciones que darán forma al futuro del país, Washington busca destituir al gobierno venezolano establecido y encabezado por Nicolás Maduro, mientras que Beijing y Moscú están proporcionando capital para apuntalar las finanzas del país.

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Sin embargo, a medida que las superpotencias del mundo juegan al tira y afloja en su propia guerra comercial y de divisas, la situación para el gobierno venezolano e incluso para los propios venezolanos empeora en el terreno.

«Dejamos de ser un país y nos convertimos en un estado fallido», afirmó Antonio Ledezma, el ex alcalde de Caracas que ahora vive en el exilio en España; Alberto Schlesinger, decano de la facultad de economía de la Universidad Sergio Arboleda en Bogotá, Colombia, también explica que, debido al gobierno venezolano, Venezuela está experimentando una catástrofe total.

«El hambre, la desnutrición, la inseguridad desenfrenada y las enfermedades de todo tipo están destruyendo una nación entera», comentó Schlesinger e indicó que los venezolanos no fueron los únicos culpables de lo que está sucediendo en su país vecino, «la comunidad internacional es responsable de este desastre».

Gobierno Venezolano.
Mientras millones escapan de la crisis el gobierno venezolano parece estar enfrascado en una lucha yerma por mantenerse en el poder y los que se quedan se ven cara a cara con la falta de alimentos, bienes y medicamentos.

El gobierno venezolano se ha devanado el seso tratando de solucionar el problema que ya le ha quedado demasiado grande

La comunidad internacional, «fue permisiva e indolente con el gobierno venezolano del ex presidente Hugo Chávez, especialmente durante la bonanza petrolera, contribuyendo definitivamente a la creación de lo que tenemos hoy y con Maduro, la comunidad internacional ha sido débil», expresó Schlesinger, «y al no utilizar las medidas contundentes necesarias, ha permitido que el régimen tenga éxito en su estrategia de procrastinación y engaño».

Los datos de la FAO muestran lo mal que se han puesto las cosas, irónicamente, el gobierno venezolano fue reconocido por la ONU en 2013 y en 2015 por su trabajo para reducir el hambre, «hoy recibimos el reconocimiento de la FAO para la misión alimentaria, un logro de la Revolución, Chávez y el Pueblo», tuiteó Maduro el 8 de junio de 2015.

La misión alimentaria es un programa creado por el gobierno venezolano socialista de Hugo Chávez, y continuado por Maduro, para combatir el hambre, pero ahora, ha fallado estrepitosamente.

La FAO indica que Venezuela ahora ocupa el segundo lugar en el hemisferio en términos de desnutrición, con un 21.2%, unas 6.8 millones de personas padecen hambre, por lo que Venezuela solo está detrás de Haití, donde el 49.3% de la población carece de alimentos suficientes.

En general, la tasa de hambre en América Latina es de 6.5% y en Sudamérica específicamente, la cifra es de 5.4%, a pesar de la crisis venezolana, Lorent Saleh, un activista de derechos humanos y ganador del premio Sájarov 2017, otorgado por el parlamento europeo por la libertad de pensamiento, indicó que las condiciones son brutales.

«Los que están en Venezuela no viven», afirmó Saleh, «algunos sobreviven y otros intentan huir a tiempo», al igual que Ledezma, Saleh también vive en Madrid, exiliado por el gobierno venezolano, deportado de su propio país, después de estar recluido sin juicio durante más de cuatro años.

Saleh explica que Rusia, Cuba y China han ayudado al régimen de Maduro a crear la receta perfecta para una crisis humanitaria y que la escasez de alimentos ahora es frecuente, las negociaciones entre el régimen de Maduro y la oposición, con sede en Barbados, están estancadas.

Y las personas que no pueden escapar del país dependen cada vez más de las remesas del exterior, e incluso aquellos con algunos fondos a menudo no pueden encontrar elementos básicos de su dieta y muchos se dejan negociar en las calles o al establecer intercambios en la plataforma de mensajería gratuita WhatsApp.

Gobierno Venezolano.
En Cúcuta, en la frontera de Colombia con Venezuela, la ayuda continúa paralizada, pero lo que no se detiene es el trasiego de ciudadanos venezolanos que van allí en busca de alimentos.

Los venezolanos prefieren huir que enfrentar el hambre y la desesperación en su suelo

La moneda de Venezuela, el bolívar, está casi fuera de circulación pues a pesar de que el gobierno venezolano ha tratado infructuosamente de imprimir más papel moneda; las transferencias electrónicas entre cuentas en el extranjero o transacciones en redes de pago como Zelle o PayPal han reemplazado billetes y monedas.

«Las remesas representan cada vez más una fuente de sustento para las familias venezolanas», indicó Armando Armas, miembro de la asamblea nacional por el estado de Anzoátegui, «muchos venezolanos deciden emigrar y enviar remesas a sus familias en Venezuela», agregó, por lo que «la economía en Venezuela está dolarizada».

Con bolívares escasos y el trueque poco práctico, algunos venezolanos optan por cualquier sustento disponible y hay quien haya recurrido a comer comida para mascotas, dijo Vanessa Vallejo, una analista política que toma el pulso a la región e incluso, «hay quien esté cocinando con leña en las calles».

Las personas mueren de hambre y enfermedades que en cualquier otro país, excepto Venezuela, se pueden curar fácilmente, porque no hay medicamentos básicos», expuso Vallejo, las estimaciones del número de personas desplazadas de Venezuela varían entre tres y cinco millones y parece que ese número aumentará en el futuro, a medida que crezcan los dolores de hambre.

Fuente
FAOUNICEF

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