Donald Trump lanza una supuesta arremetida contra los carteles de las drogas en el Caribe
El secretario de defensa de los Estados Unidos, Mark Esper, anunció el miércoles que Norteamérica estaba comenzando a «mejorar las operaciones antinarcóticos» en el Mar Caribe y el Océano Pacífico oriental, diciendo que «muchas organizaciones criminales están tratando de capitalizar» la crisis COVID-19.
«Estados Unidos está lanzando una mayor operación antinarcóticos en el hemisferio occidental para proteger al pueblo estadounidense del flagelo mortal de narcóticos ilegales», señaló el presidente estadounidense Donald Trump a los periodistas el miércoles.
«No debemos permitir que los cárteles de la droga exploten la pandemia para amenazar la vida estadounidense. En cooperación con los 22 países socios, el comando sur de Estados Unidos aumentará la vigilancia, la interrupción y las incautaciones de los envíos de drogas y proporcionará apoyo adicional para los esfuerzos de erradicación que están sucediendo ahora mismo a un ritmo récord», señaló Trump, la operación involucraría a los activos de la marina de los Estados Unidos, la guardia costera y la fuerza aérea, así como la administración de control de drogas y otras agencias.
El general Mark A. Milley, presidente del estado mayor conjunto, indicó que Estados Unidos no sólo estaba en guerra con COVID-19 y con terroristas, sino también con «los cárteles de la droga», y caracterizó el despliegue de la marina de los Estados Unidos, la guardia costera de los Estados Unidos y otras fuerzas en la región como un acto de defensa personal.
«Esta guerra contra las drogas ha durado muchas décadas», expresó el Fiscal General William Barr a los periodistas. «Los cárteles tienen que ser derrotados», varios buques de la marina de los Estados Unidos estaban siendo desplegados frente a las costas de Venezuela para participar en operaciones antinarcóticos.
Estados Unidos patea una lata de humo, ante su desacertado manejo de la pandemia
Venezuela rechazó las amenazas de la administración Trump contra Caracas, pero sólo puede acoger con beneplácito cualquier esfuerzo de Estados Unidos para finalmente tomar «medidas para proteger sus fronteras vulnerables y desatendidas de las drogas originadas por el tráfico colombiano», comentó el ministro de relaciones exteriores venezolano Jorge Arreaza.
En un comunicado del gobierno que acompaña a los tuits de Arreaza, se afirma que Caracas rechaza las amenazas hechas por funcionarios estadounidenses, «que en un intento desesperado de desviar la atención de la trágica crisis humanitaria que el país está experimentando como consecuencia de lo errático manejo por sus autoridades de COVID-19, pretenden atacar a Venezuela con infamias y amenazas».
Al mismo tiempo, el comunicado señala que «a pesar de las agresiones y mentiras mostradas contra los funcionarios venezolanos», Caracas «saluda que por primera vez en décadas, las autoridades de Los Estados Unidos están dispuestas a tomar medidas para salvaguardar sus fronteras, históricamente permeable, descuidado y vulnerable a las miles de toneladas de drogas que anualmente ingresan a ese país, originarias de la industria del narcotráfico que se ha desarrollado en el territorio de su aliado y socio cercano, Colombia».
El comunicado subraya que Venezuela está dispuesta a «prestar cualquier cooperación y coordinación necesaria encaminada a contener el avance de los grupos de narcotráfico y el crimen organizado en la región», el jefe del Pentágono, Mark Esper, la respuesta incluirá una mayor vigilancia, interrupción e incautación de los envíos de drogas por parte del Comando Sur de los Estados Unidos.
La medida se produce una semana después de que el departamento de justicia castigara los cargos de «narcoterrorismo» contra varios miembros del gobierno venezolano, incluido el presidente Nicolás Maduro, acusándolos de participar en el contrabando de drogas y de ofrecer millones de dólares en recompensar dinero por información que conduzca al arresto de los funcionarios.
Los observadores han señalado la hipocresía de los cargos del departamento de justicia, recordando que el autoproclamado «presidente interino» Juan Guaidó tiene un historial real de asociación con miembros de Los Rastrojos, un grupo paramilitar colombiano y cártel de la droga que en su apogeo era uno de los narcotraficantes más poderosos de ese país.
