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Protestas de indígenas brasileñas contra Bolsonaro

Regresan las mujeres indígenas a las protestas contra el presidente brasileño

Cientos de mujeres indígenas ocuparon el lunes un edificio del ministerio de salud de Brasil en la capital, Brasilia, para protestar contra las políticas del presidente de extrema derecha Jair Bolsonaro, el grupo de unos 300 manifestantes exigió una mejor atención médica para los pueblos indígenas, especialmente las mujeres, y condenó los cambios propuestos a la forma en que se prestan estos servicios.

El gobierno de Bolsonaro quiere hacer que los pueblos y ciudades sean responsables de proporcionar servicios médicos a los pueblos indígenas, y los líderes de la comunidad temen que las autoridades locales carezcan de la infraestructura y las unidades especializadas requeridas.

El gobierno federal está actualmente a cargo de la atención médica y las comunidades indígenas son visitadas por profesionales especialmente capacitados.

Las manifestantes, que se encuentran en la ciudad para la primera marcha de mujeres indígenas, cantaron y bailaron dentro y fuera del edificio de la secretaría especial de salud indígena, conocida como Sesai, «nos dejaron abandonados, tratan a los indígenas como animales», comentó Teresa Cristina Kezonazokere, de 43 años.

La manifestación terminó casi 10 horas después, cuando el ministro de salud, Luiz Henrique Mandetta, afirmó que hablaría con algunos de los líderes indígenas, pero no hubo informes de violencia.

Los organizadores expresan que el evento en Brasilia tiene como objetivo destacar el papel de la mujer en las comunidades indígenas, hoy se espera que unas 1 mil 500 mujeres indígenas de 110 grupos étnicos se unan a una protesta para defender los derechos que, según exponen, están amenazados por Bolsonaro.

Protestas Indígenas.
El presidente y sus ministros criticaron a la agencia de derechos indígenas del país, Funai, y a su organismo de protección ambiental, Ibama.

Las indígenas han dejado de temer y cada vez están más organizadas y prestas a defenderse

«No tenemos que aceptar la destrucción de nuestros derechos», expresó la líder indígena Sônia Guajajara, Bolsonaro prometió integrar a los pueblos indígenas al resto de la población y cuestionó reiteradamente la existencia de sus reservas protegidas, que son derechos garantizados en la constitución del país.

El presidente, que apoya las políticas que favorecen el desarrollo sobre la conservación, señala que los territorios indígenas son demasiado grandes en relación con la cantidad de personas que viven allí y ha prometido abrir algunos de ellos a la agricultura y la minería.

Más de 800 mil personas naturales viven en 450 territorios indígenas demarcados en todo Brasil, que cubren aproximadamente el 12% de la tierra y la mayoría se encuentra en la región amazónica y algunas personas viven totalmente aisladas.

Los críticos expresan que las posiciones de Bolsonaro han alentado la minería ilegal y las invasiones de reservas, el mes pasado, un líder indígena fue asesinado a puñaladas, según informes, por mineros de oro fuertemente armados que habían invadido un remoto territorio indígena.

Mientras tanto, la deforestación en la Amazonía, la selva tropical más grande del mundo, se disparó más del 88% en junio en comparación con el mismo mes del año anterior, según datos del instituto nacional de investigación espacial de Brasil, Inpe.

Bolsonaro, quien asumió el cargo en enero, acusó al instituto de mentir sobre la magnitud de la deforestación, y a principios de este mes despidió a su cabeza, Ricardo Galvão.

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