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En una tierra de la que no quiero acordarme

En ese mismo lugar se perpetró el robo más grande que quedó impune

Cuando el difunto expresidente venezolano, lanzó aquella campaña mediática contra lo que él consideraba la mayor caja negra de Venezuela, todo en su tierra, tomó un tinte más crítico, Chávez había pedido fondos a PDVSA y la estatal se los negó por varias razones, por lo que el presidente bolivariano tomo a la empresa petrolera por los cuernos.

Esa historia ya es conocida por todos, paros, marchas, despedidos y mucho sabotaje. Pero de todo ello, nació la nueva PDVSA, la que era de todas y todos los venezolanos, muchas de los extrabajadores habían sido despedidos y la empresa comenzó a desperezarse de un paro de 5 meses entre huracanes internos y temblores de tierra.

Los trabajadores de la nueva PDVSA, entraron con hambre de poseer la vida que la gente del petróleo tuvo en su momento y algunos llegaron hasta ella, pero los más, nunca pasaron de ser empleados de una empresa pública y como todo en esta tierra, los pasillos e instalaciones de la estatal, se llenó de corrupción y malos manejos.

Una y otra vez, fiscales y comisarios, trataron de encaminar por la buena calle a los trabajadores, los movieron, los cambiaron, los extraditaron y hasta los botaron, pero ya la corrupción que se habría enraizado en esa buena tierra, estaba muy ramificada y sus hiedras, se veían a todo nivel.

Muchos fueron los señalados y acusados en esta trama que dejo a Venezuela sin el sustento de la tierra y la mayor parte de ellos se desapareció de la escena sin rastro, por lo que el caso quedó frío y engavetado en el escritorio de la corte suprema de justicia.

Años después y porque entre la tierra e internet, no hay nada oculto, nos enteramos que en muchos de esos casos fríos estuvo la larga mano del incordio, encarada por la fiscal Luisa Ortega Díaz, quien se encargó de dirigir las miradas, los casos y las implicaciones por la vereda de la oscuridad.

Tierra de Gracia.
Las supuestas imputaciones de Ortega contra algunos ex directivos de PDVSA, tan sólo existieron para echar por tierra los señalamientos en su contra, pero finalmente, se descubrieron sus intenciones y su descarado papel en todo el caso PDVSA.

Una trama de conspiración que echo tierra por encima de la verdad

Ortega se perdió en una trama de supuesta represión política y antes de ser ella misma señalada, huyó del país llevándose sus oscuros manejos a Miami, desde ese momento todo a sido más o menos enmarañado, pues a exculpado a quienes robaron y ha culpado a los que no le eran cercanos.

Uno de estos últimos fue Eudomario Carruyo, exvicepresidente de Finanzas de PDVSA y exdirector de Palmaven, Deltaven, Pdvsa Marina y Citgo, sobre quien, hasta ahora, han caído un sin número de acusaciones, que ni siquiera los benefactores de Ortega, han logrado comprobar.

Se utilizó alguna firma inoperante para señalarlo como implicado en los papeles de Panamá, se señaló a su hijo por vivir en Miami, también fue señalado por el movimiento de 60 millones de dólares a la Banca Privada de Andorra y en ese caso terminaron culpando al ex viceministro Nervis Villalobos.

Pero como todo en la tierra llega a feliz término, a Carruyo lo absolvieron de toda culpa y los demás siguen señalados y tratando de esconderse detrás de las falsas faldas del TSJ en el exilio y de una banda de corruptos diputados de la asamblea nacional exiliada, que han llenado sus cuentas bancarias con apoyos del USAid.

En algún momento habrá justicia en la tierra para estos últimos y todo finalmente saldrá a la luz, limpiando el nombre de los supuestos implicados y dando pena a los que de verdad habrían metido las manos en el erario de PDVSA.  

Fuente
ElPaisLaRepublica

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