El nuevo presidente boliviano señala que el jefe de la OEA incitó el golpe contra Evo Morales
A pesar de servir anteriormente como ministro de relaciones exteriores de su Uruguay natal bajo el mando del presidente reformista de izquierda José Mujica, Luis Almagro ha liderado el movimiento contra los gobiernos de izquierda en América Latina, desde que asumió la secretaría de la OEA en 2015.
El recién elegido presidente de Bolivia, Luis Arce, ha exigido la renuncia al jefe de la organización de estados americanos, OEA, por su papel de instigador en el golpe de Estado de 2019. Arce, líder del movimiento al socialismo, MAS, señaló que el secretario general de la OEA, Luis Almagro, debería irse por «razones morales y éticas».
«No estamos de acuerdo en que un órgano importante esté en manos de personas que apoyan a un partido político o tendencia política en particular en la región, y que interfiere en los asuntos internos de un país», señaló Arce. «Si Almagro fue capaz de hacer eso en Bolivia, imagínate, que podría hacer con cualquier otro país, y eso no podemos permitirlo».
Almagro supervisó la auditoría de la OEA de las elecciones presidenciales del año pasado que derrocó la victoria aplastante del presidente Evo Morales en la primera vuelta. Morales, el primer líder totalmente indígena de América Latina, invitó a regañadientes a la OEA a validar el escrutinio después de una ola de disturbios de la oposición por presuntos fraudes electorales y ataques violentos contra políticos del MAS.
El Grupo Puebla, entre cuyos miembros figuran ex presidentes de Bolivia, Brasil, Ecuador, Uruguay y España, publicó una carta abierta instando a Almagro a renunciar
Eso incluyó el impactante ataque contra Patricia Arce Guzmán, los alcaldes de la ciudad de Vinto. Los alborotadores de la oposición la arrastraron de las oficinas municipales antes de prenderles fuego, luego le cortaron el Hari, le pintaron el rostro de rojo y la obligaron a caminar descalza por la ciudad mientras la escupían y orinaban sobre ella. Arce Guzmán fue elegido presidente la semana pasada.
No hubo fraude, hubo toda una preparación para un golpe de estado, del cual la OEA fue desafortunadamente parte», señaló Arce a la razón en referencia a la auditoría, agregando que Almagro «interfirió, violó las regulaciones bolivianas y las de cualquier organismo internacional que observara un proceso electoral; interfirió en los asuntos internos.
Otros funcionarios de diferentes gobiernos latinoamericanos, también señalaron también la paternidad de Almagro sobre ese golpe de estado esta semana. El enviado venezolano de la ONU, Samuel Moncada, señaló la deshonestidad de Almagro al reclamar en la asamblea general de la OEA en Washington esta semana: «Le dijimos a Evo Morales que no renunciara».
«Almagro no tiene vergüenza, representa la ruina ideológica, política y moral de la OEA en el continente», escribió Moncada. «¡Nunca más será que este tipo de criminal sea capaz de engañar a nuestros pueblos!».
