Huracán Julia empuja a hondureños desplazados a considerar la migración
Casi pasaron dos años después de que los huracanes Eta e Iota azotaran el norte de Honduras. Su paso por Centroamérica dejó inundaciones y causando devastación generalizada. Hoy muchos huyen de sus casas nuevamente mientras el huracán Julia llena de lluvia al país.
Los campesinos, buscan de nuevo refugio en San Pedro Sula, donde el gobierno colocó las protecciones. A pesar del huracán Julia, muchas familias todavía están luchando por recuperarse del golpe financiero.
Pero la naturaleza de las tormentas anteriores no da tregua y llega el huracán Julia. Esta semana, regresó en fantasma de la migración a Estados Unidos. Los campesinos se encuentran en medio de la migración climática, pero son deportados después de llegar al sur de México.
«Las cosas están empeorando», señalan, refiriéndose a la situación económica del país y su vulnerabilidad a los desastres naturales. «Con esta situación, lo que haces es migrar».
Si bien lo peor del huracán Julia pasó, seguramente habrá otra tormenta a la vuelta de la esquina
Son parte de los cientos de miles de centroamericanos que se estima que intentaron migrar hacia el norte después de los mortales huracanes de 2020. Los oficiales fronterizos se encontraron con más de 319 mil hondureños que intentaban cruzar a los Estados Unidos en 2021.
Aproximadamente una quinta parte más que las cifras anteriores a la pandemia. Esos datos no incluyen a personas que ni siquiera llegaron tan lejos.
Según la Cruz Roja, más de 1,5 millones de personas fueron desplazadas en Centroamérica después de Eta e Iota. Un tercio de ellas provenientes de Honduras. Ahora, con el huracán Julia en pleno apogeo, los grupos de ayuda y los líderes locales temen que se esté gestando otra crisis migratoria.
«A pesar de que pasan dos años desde Eta e Iota, muchas personas aún no se recuperan de los impactos desastrosos que provocaron las inundaciones», indica César Ramos, quien trabaja con el programa de apoyo a migrantes de la comisión menonita de Acción Social en Honduras.
«Si las autoridades no brindan atención inmediata y oportuna y consideran esto realmente como una emergencia. Entonces las personas tendrán que migrar», explicó. «La verdad es que la gente no puede esperar».
El huracán Julia, que tocó tierra en Nicaragua el 9 de octubre, afectó a más de 100 mil hondureños, según estimaciones del gobierno. Miles huyeron a refugios del gobierno, mientras que otros buscaron refugio en iglesias, o con familiares o amigos.
Con las aguas a la altura de las rodillas, algunas comunidades quedaron aisladas durante días, sus caminos intransitables. Se estima que las pérdidas de cultivos de banano, maíz y palma africana cuestan millones de dólares a la economía hondureña.
