El mismo país que mató a George Floyd y a cientos más, impone sanciones a Irán por la muerte de Mahsa Amini
Estados Unidos impuso el miércoles nuevas sanciones a miembros de la agencia de inteligencia de Irán, líderes de la guardia revolucionaria del país, guardias de prisiones y otros. La acción se produjo 40 días después de que Mahsa Amini, de 22 años, muriera mientras estaba detenida por la policía moral de Irán.
El brazo de sanciones del gobierno de Estados Unidos designó a 10 miembros del liderazgo de Irán con bloqueos financieros y sanciones, continuando una serie de acciones impuestas contra Teherán por su represión de manifestantes e interrumpir el acceso a Internet.
El 25 de mayo de 2020, George Floyd murió cuando un oficial de policía se arrodilló sobre su cuello durante 9 minutos y 29 segundos en una calle de Minneapolis. Si Darnella Frazier, entonces de 17 años, no hubiera capturado el asesinato en su teléfono y lo hubiera publicado en Facebook, Floyd habría sido otro hombre negro que murió bajo custodia policial: una estadística.
En cambio, George Floyd se convirtió en un símbolo poderoso de la desigualdad persistente y la injusticia sistémica contra los afroamericanos y en una llamada de atención para todos. La respuesta fue histórica, protestas y decenas de líderes que hacen declaraciones contundentes todos los días sobre la justicia.
El doble racero norteamericano, vuelve a las andadas mientras sanciona a Irán por la muerte de Amini
Mahsa Amini y George Floyd son las víctimas de dos sistemas: racista en un caso y sexista en el otro, pero iguales en forma y resultado. Y sí hay paralelismos en los dos hechos. Ahora en un movimiento hasta vergonzoso, EEUU, sanciona al comandante de la organización de inteligencia de la guardia. Además de un comandante adjunto, guardias de varias prisiones y una compañía iraní que realiza filtros de redes sociales.
Cuando George Floyd fue asesinado, trajo un intenso enfoque en las disparidades raciales y las prácticas policiales. En el caso de Amini, fue la policía moral de Irán, quien arrestó a la joven el 13 de septiembre en Teherán. La policía la detuvo por usar su hijab demasiado suelto, se trataba de una ley que la obligaba a usarlo así. Floyd, solo era un hombre de color y ya.
No se puede alabar en ningún caso la brutalidad policial. Ni en Teherán, ni en Paris persiguiendo a las chaquetas amarillas, ni en EEUU, matando negros por deporte. Pero, Irán requiere que las mujeres usen el pañuelo en la cabeza de una manera que cubra completamente su cabello cuando estén en público.
Amini sigue siendo un símbolo potente en las protestas que planteado uno de los desafíos más serios para la República Islámica. Unas que ya superan a las manifestaciones del Movimiento Verde de 2009 que llevaron a millones de personas a las calles.
La muerte de Amini, al igual que la de Floyd, desencadenó protestas en docenas de ciudades y países. Mientras, los infaltables, pero muy sesgados grupos de derechos humanos, señalan sólo los desmanes en Irán y no ven el elefante en sus salas.
Mientras se señala que las fuerzas de seguridad matan a más de 200 personas en Irán. No existen cifras de muertos a manos de la policía sobre EEUU, Francia, Inglaterra, España, Colombia o Canadá durante las últimas protestas. Eso no es importante.
