Lasso declara la excepción debido a la violencia del narcotráfico
En medio de acusaciones y señalamientos por los papeles de Pandora, el presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, declaró el estado de excepción. Mientras el país, pugna con el aumento de la violencia relacionada con las drogas.
Lasso, ordenó a la policía y al ejército que tomaran las calles. «A partir de inmediato, nuestras fuerzas armadas y policías se sentirán con fuerza en las calles”.
“Estamos decretando un estado de excepción en todo el territorio nacional», indicó Lasso este lunes en un discurso televisado a través del canal estatal.
«En las calles de Ecuador solo hay un enemigo: el narcotráfico», declaró el líder derechista, y agregó que, «en los últimos años Ecuador pasó de ser un país narcotraficante a uno que también consume drogas«.
El estado de excepción otorga el poder de restringir la libertad de movimiento
El mismo lunes, Lasso nombró a un nuevo ministro de defensa mientras el país se recupera de una crisis carcelaria sustancial. En los últimos meses, Ecuador también se ha enfrentado a la violencia mortal en sus prisiones.
Lo que llevó al presidente Lasso a declarar también una excepción en el sistema penitenciario y desplegar tropas para asegurar las cárceles y prevenir disturbios.
En septiembre, al menos 116 reclusos murieron y decenas más resultaron heridos en la Penitenciaría del Litoral, en la provincia de Guayas. El brote de violencia carcelaria se considera, como el más mortífero en la historia del país.
En lo que va de 2021, aproximadamente 200 reclusos murieron en violencia en las cárceles de Ecuador. La excepción se declaró, porque, los presidios son el campo de batalla para miles de presos con vínculos con poderosos cárteles mexicanos de la droga.
Pero los detractores de Lasso, señalan que el presidente, sólo está utilizando el momento. Se trata de una estratagema, para desviar las miradas, que ahora están sobre el y los papeles de Pandora.
A pesar de lo evidente, más de 100 personas también murieron en la violencia solo el año pasado, incluidos muchos que fueron decapitados.
A esto, también hay que anexarle que, durante la primera ola de la pandemia, cientos de miles de ecuatorianos, sucumbieron al Covid-19. A tal punto que los cadáveres se apilaban en las calles. Al menos en las dos ciudades más importantes del país.
