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Continúa la investigación contra Guaidó

Tan pronto se apagaron las cámaras en Cúcuta se olvidaron de los desertores

Aunque parezca una historia ya contada antes en un millón de ocasiones el líder opositor de Venezuela, Juan Guaidó, está bajo escrutinio junto a algunos de sus enviados a la frontera colombiana enfrentando acusaciones de corrupción, a este grupo político se le acusa de robar fondos destinados a ayudar a los desertores militares que viven en Colombia.

Desde el 23 de febrero, en Cúcuta sucede algo, los enviados de Guaidó se acusan entre ellos y aunque suena inverosímil, y no se ha confirmado, entre bastidores se escucha, “la plata rodó por acá, acá se gastó”, hay muchas voces que anuncian que, “esta persona se compró un apartamento con lo que se ganó acá”, “los militares reclaman el cheque”, y el embajador, se desapareció.

Muchos están indignados con el caso que parece etéreo, difícil de palpar, pero basta con escudriñar un poco para saber que no hay solo ruido y que las acusaciones no se alejan tanto de la realidad, “es muy desagradable”, que se apropiaran de la ayuda.

El intento de romper la frontera venezolana por Guaidó, fue un fracaso rotundo y son muchas las razones que lo llevaron al traste, la improvisación, el manejo de información desacertada, la mediocridad o la simple ingenuidad.

El 23 de febrero ningún camión cargado con ayuda humanitaria pudo entrar a Venezuela, pero en cambio, hubo una fuerte represión en la frontera, un irritante juego de piedras contra balas en el que siempre alguien sale perdiendo, mucho, mucho gas lacrimógeno y el sonido de los casquillos contra el asfalto.

No obstante, entre la derrota, se quiso interpretar un hecho como la gran conquista del día: decenas de militares habían abandonado al régimen de Nicolás Maduro y se habían sumado al gobierno interino del legítimo presidente Juan Guaidó.

Juan Guaidó.
Los militares se han hecho oír dejando muy mal parado a Guaidó, dando una señal negativa para el proceso de ruptura dentro de las fuerzas militares que éste ha querido estimular y se han quedado en la indigencia luego de ser expulsados de sus hoteles y sin opciones de refugio.

Rosanna Barrera y Kevin Rojas son los primeros acusados de malversación del prístino y nonato gobierno de Juan Guaidó

La cifra de ese 23 de febrero fue de más de cuarenta y a los tres días, ya iban más de 270 funcionarios que paulatinamente y a cuentagotas, uniformados se iban subordinando al presidente interino Juan Guaidó.

Pero lo que lucía como un guiño del inminente desmoronamiento del régimen de Nicolás Maduro se terminó convirtiendo en un serísimo problema político, y de salud pública, para los gobiernos de Iván Duque y el gobierno fantasma de Guaidó.

El 24 de febrero, Guaidó firmó una carta, dirigida al gobierno de Colombia, mediante la que autorizaba a Rosanna Barrera y a Kevin Rojas, ambos militantes del partido de ultraderecha voluntad popular, para ocuparse de “la situación de los ciudadanos venezolanos, civiles y militares, que ingresan a territorio colombiano, buscando ayuda y refugio”. 

La mujer a quien se le delegó ocuparse de los militares desertores de las fuerzas de seguridad venezolanas es cuñada del diputado de partido voluntad popular, Sergio Vergara, mano derecha del «presidente» Juan Guaidó y Barrera asumió, junto a Kevin Rojas, la operatividad de las acciones opositores en Cúcuta y se ocupó del manejo de fondos para el pago de la estadía de los militares desertores.

Sin embargo, en mayo, ya se hacían públicas las deudas con los hoteles donde se hospedaban los uniformados que apoyaban a Guaidó, “Barrera, designada por Guaidó, empezó a desarrollar todo un entramado para malversar fondos relacionados a la ayuda humanitaria y la manutención de los militares en Cúcuta”, precisa la investigación.

El comportamiento de Barrera y Rojas, fue informado a la dirigencia opositora, “según el miembro de inteligencia, la embajada hizo lo que le correspondía y avisó a Caracas. En concreto, a Leopoldo López y Juan Guaidó se enteraron de todo lo que hacían Rosanna Barrera y Kevin Rojas”.

Y aunque a pesar que ambos militantes de voluntad popular fueron dados de baja, entre conversaciones, la dirigencia opositora los defendía, ante esta grave situación el secretario de la organización de estados americanos, OEA, Luis Almagro, solicitó iniciar una investigación sobre la aprobación de fondos para ayuda humanitaria en Colombia destinada a Venezuela.

El 27 de mayo, la encargada de Guaidó rindió cuentas de sus gastos en Cúcuta, “Barrera pudo entregar un soporte, bastante burdo, de 100 mil dólares que había gastado durante su estadía en Cúcuta, varios montos de los que entregó no se corresponden con la realidad y la cifra es formidable, pero, se queda corta”.

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