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Nicaragua vuelve a sentarse en la mesa de dialogo

El gobierno y la oposición regresan a intentar un acuerdo luego de 8 meses de calma política

El gobierno nicaragüense ha liberado a decenas de personas arrestadas en la represión de la calle el año pasado, horas antes de que el gobierno y los líderes de la oposición reanudaran las conversaciones de dialogo para poner fin a una crisis nacional.

La modificación de las medidas cautelares de un grupo de personas coincide con el reinicio de las negociaciones entre el gobierno de Ortega y la alianza cívica por la justicia y la democracia, movimiento que aglutina a la oposición.

El mandatario anunció que su gobierno volvería al dialogo con los opositores para “construir esa nueva ruta, ese nuevo camino, que mejore las condiciones para que el país y, por lo tanto, el pueblo nicaragüense, se pueda ir recuperando más rápidamente de los efectos del intento de golpe de abril”.

Con la reapertura de las negociaciones, Ortega pone fin a ocho meses de ruptura del diálogo con sus opositores, entre los que se incluyen las empresas privadas, los campesinos, los universitarios y una parte de la jerarquía de la iglesia católica.

Pablo Cuevas, un abogado de la comisión permanente de derechos humanos, una organización no gubernamental, afirmó que los detenidos comenzaron a abandonar los centros penitenciarios por la mañana.

Mesa de Dialogo.
La oposición está pidiendo una reforma electoral y justicia para los muertos en las protestas, pero la demanda más apremiante es la liberación de los presos.

El dialogo deberá ser lo que prime en la mesa de negociación nicaragüense

Nicaragua ha estado en una profunda crisis política desde que el presidente Daniel Ortega intentó la reforma de la seguridad social el año pasado, lo que llevó a protestas masivas.

Ortega, un ex guerrillero de la época de la guerra fría que regresó al cargo en 2006, Luego de una brutal arremetida de miembros y colectivos de oposición, el gobierno comenzó una represión que, según la comisión interamericana de derechos humanos, dejo 320 personas muertas y más de 600 encarceladas.

En represalia, Estados Unidos ha incrementado las sanciones contra los aliados y familiares de Ortega y ha limitado el acceso de Nicaragua a la financiación, Donald Trump predijo este mes que «los días del socialismo» estaban contados en Nicaragua, Venezuela y Cuba.

Las imágenes de televisión mostraron minibuses que aparentemente llevaban prisioneros liberados en las calles de la capital, Managua, otro grupo de derechos afirmó que algunos de los prisioneros liberados permanecerían bajo arresto domiciliario.

Ayer miércoles se iniciaron conversaciones de dialogo entre el gobierno, representantes empresariales, estudiantes y políticos de la oposición, en busca de una solución a la crisis que ha afectado a Nicaragua desde la primavera pasada, aunque Ortega no participó.

Este es el último intento del gobierno de dialogo con la oposición desde mayo, pero las conversaciones pronto se derrumbaron en medio de una espiral de violencia.

Las protestas se desvanecieron con la represión, y periodistas independientes, los grupos de derechos y los activistas políticos informan sobre los continuos hostigamientos y arrestos que han llevado a muchos a huir del país, por lo que la economía se contrajo un 4% en 2018.

Mientras tanto, los ciudadanos que han sido criminalizados por el gobierno, como el maratonista Vanegas, intentan recuperar la normalidad en su vida durante su primera noche en casa, “Si la patria es pequeña, uno la sueña grande”, expresó Vanegas citando al poeta nicaragüense Rubén Darío.

Fuente
BBCBusinessInsider

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