Se agranda la brecha de la pobreza en el mundo

Mientras los cinco más ricos del planeta duplicaron su fortuna en medio de la pandemia, más de 5 mil millones de personas viven en la pobreza o la vulnerabilidad. Esta situación evidencia la desigualdad y la injusticia que imperan en el sistema económico global.

¿Quiénes son los cinco más ricos y cómo aumentaron su riqueza?

Los cinco más ricos del mundo son, según la revista Forbes, los siguientes:

• Jeff Bezos, fundador y director ejecutivo de Amazon, la empresa líder en comercio electrónico y servicios en la nube. Su fortuna es de 256.000 millones de dólares, un 128% más que en 2020.
• Elon Musk, fundador y director ejecutivo de Tesla, la empresa pionera en vehículos eléctricos y energías renovables, y de SpaceX, la empresa que aspira a colonizar Marte. Su fortuna es de 243.000 millones de dólares, un 622% más que en 2020.
• Bernard Arnault, presidente y director ejecutivo de LVMH, el mayor conglomerado de lujo del mundo, que posee marcas como Louis Vuitton, Dior y Moët & Chandon. Su fortuna es de 180.000 millones de dólares, un 86% más que en 2020.
• Bill Gates, cofundador y exdirector ejecutivo de Microsoft, la empresa líder en software y tecnología, y copresidente de la Fundación Bill y Melinda Gates, la mayor organización filantrópica del mundo. Su fortuna es de 147.000 millones de dólares, un 28% más que en 2020.
• Mark Zuckerberg, fundador y director ejecutivo de Facebook, la red social más popular y poderosa del mundo, que también posee Instagram, WhatsApp y Oculus. Su fortuna es de 120.000 millones de dólares, un 66% más que en 2020.

Estos cinco magnates aumentaron su riqueza gracias a que sus negocios se beneficiaron de la crisis provocada por la pandemia de COVID-19, que aceleró la digitalización, el consumo en línea y la demanda de innovación. Además, aprovecharon las ventajas fiscales, regulatorias y financieras que les ofrece el sistema económico global, que favorece a los más ricos y poderosos.

¿Cómo se mide la pobreza y cuántas personas la sufren?

La pobreza se mide de diferentes formas, según el enfoque y el criterio que se utilice. Una de las medidas más comunes es la que utiliza el Banco Mundial, que establece una línea de pobreza de 1,90 dólares al día, es decir, el ingreso mínimo necesario para cubrir las necesidades básicas de una persona. Según esta medida, en 2020 había 734 millones de personas en situación de pobreza extrema en el mundo, lo que representa el 9,4% de la población mundial.

Sin embargo, esta medida es insuficiente, ya que no considera otros factores que afectan al bienestar de las personas, como la salud, la educación, la seguridad, el medio ambiente o los derechos humanos. Por eso, existen otras medidas más amplias y multidimensionales, como el Índice de Pobreza Multidimensional (IPM), que utiliza diez indicadores para evaluar el nivel de privación de las personas en tres dimensiones: salud, educación y nivel de vida. Según esta medida, en 2020 había 1.300 millones de personas en situación de pobreza multidimensional en el mundo, lo que representa el 16,6% de la población mundial.

Además, hay que tener en cuenta que la pobreza no es una condición estática, sino dinámica, y que muchas personas pueden caer o salir de ella según las circunstancias.

Por eso, también se habla de la vulnerabilidad, que se refiere al riesgo de que una persona caiga en la pobreza ante un shock o una crisis. Según el Banco Mundial, en 2020 había 3 mil 600 millones de personas en situación de vulnerabilidad en el mundo, lo que representa el 46% de la población mundial.

¿Qué consecuencias tiene la brecha de la pobreza y cómo se puede reducir?

La brecha de la pobreza tiene consecuencias negativas tanto para las personas que la sufren como para el conjunto de la sociedad y el planeta. Entre estas consecuencias se encuentran:

• La violación de los derechos humanos, la dignidad y la libertad de las personas pobres. Esas, que se ven privadas de acceder a los servicios y oportunidades básicos para su desarrollo integral y su participación social.
• La generación de conflictos, violencias e inseguridades, que afectan a la convivencia, la democracia y la paz. La pobreza es una de las principales causas de las migraciones forzadas. Además de los desplazamientos internos, los refugios y las solicitudes de asilo, que ponen en riesgo la vida y la integridad de millones de personas.
• La degradación del medio ambiente, la biodiversidad y el clima, que amenazan la sostenibilidad y la supervivencia del planeta. La pobreza impide el acceso a fuentes de energía limpia y renovable. Y que se oblige a recurrir a prácticas contaminantes y destructivas, como la deforestación, la quema de combustibles fósiles o la sobreexplotación de recursos naturales.

Para reducir la brecha de la pobreza se requiere de un cambio profundo y urgente en el sistema económico global. Que ponga en el centro a las personas y al planeta, y que garantice la justicia, la equidad y la solidaridad. Entre las medidas necesarias se encuentran:

• La redistribución de la riqueza, mediante una reforma fiscal progresiva y transparente. Para asegurar que los más ricos y poderosos paguen su parte justa de impuestos. Que los recursos públicos se destinen a la protección social, la salud, la educación y el desarrollo sostenible.
• La regulación de los mercados, mediante una mayor cooperación y coordinación internacional. Para, que se evite la evasión, la elusión y el fraude fiscal. Que controle los flujos financieros ilícitos, el lavado de dinero y la corrupción.
• La democratización de la economía, mediante una mayor participación y empoderamiento de las personas pobres y vulnerables. Además de los actores sociales y locales, que promuevan la economía social y solidaria, el comercio justo, la producción ecológica y el consumo responsable.

Un desafío ético y político

La brecha de la pobreza en el mundo es un desafío ético y político. Uno, que cuestiona los valores y los principios que rigen el sistema económico global.

La pobreza es una expresión de la desigualdad y la injusticia que imperan en el mundo. Que afectan a la dignidad, la libertad y el bienestar de las personas y del planeta. La brecha de la pobreza es un problema que nos concierne a todos y a todas, y que requiere de una acción colectiva y transformadora.