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Sebastián Piñera no piensa renunciar

El presidente chileno se aferra al poder mientras las protestan piden su dimisión

El presidente de Chile, Sebastián Piñera, expresó el martes que no renunciará ante las protestas mortales por la desigualdad y las malas condiciones sociales que entraron en su tercera semana, el millonario líder conservador afirmó que «No» piensa renunciar, «estos problemas se han ido acumulando durante los últimos 30 años», indicó Piñera, «soy responsable de parte de esto y asumo mi responsabilidad, pero no soy el único».

La violencia que afectó a uno de los países más prósperos de América Latina obligó al gobierno a cancelar las cumbres económicas y climáticas internacionales y hasta la final de la Copa Libertadores de América, y entablar conversaciones con la oposición de izquierda.

La federación chilena de fútbol canceló el martes un partido amistoso internacional con Bolivia programado para el estadio Nacional en Santiago el 15 de noviembre, y la decisión puso en duda la capacidad de Santiago para organizar la final de campeonato de clubes de la Copa Libertadores de América del Sur el 23 de noviembre.

Piñera defendió su decisión de declarar un estado de emergencia, pero prometió investigar las denuncias de violencia y abuso policial, mientras anunció un paquete de medidas para las pequeñas y medianas empresas afectadas por los disturbios.

Unas 6 mil 800 empresas afectadas por disturbios, saqueos e incendios se beneficiarán de la ayuda financiera y las deducciones fiscales, los manifestantes se enfrentaron con la policía y saquearon las tiendas al cierre de una gran manifestación el lunes que marcó el inicio de la tercera semana de protestas en Santiago.

Sebastián Piñera.
En medio de tercera semana de protestas, el gobierno afirmó que la economía de Chile creció un 3% en septiembre, pero pronosticó una contracción del 0.5% en octubre debido a los disturbios.

Tras la presión social, no parece que Sebastián Piñera acceda a una nueva constitución

Decenas de miles de personas se reunieron en la Plaza de Italia, el epicentro de los disturbios por la desigualdad económica y una serie de otros problemas sociales e intentaron marchar hacia el palacio presidencial en el centro de Santiago, las peleas estallaron con la policía tratando de contenerlas, con oficiales disparando cañones de agua y gases lacrimógenos.

Se reportaron saqueos y vandalismo en las ciudades de Viña del Mar, Valparaíso y Concepción, los manifestantes organizaron manifestaciones el lunes bajo el lema «Esto no ha terminado» y algunos ciudadanos volvieron a trabajar a pesar del vandalismo que ha dañado la red de trenes subterráneos.

«Hay muchas presuntas quejas sobre el uso excesivo de la fuerza y ​​si eso sucedió, puedo garantizarle que será investigado», expresó Piñera, «no habrá impunidad», indicó, defendiendo las medidas de seguridad intensificadas como «democráticas y constitucionales».

Piñera mantuvo conversaciones no concluyentes con los partidos de oposición la semana pasada, pero no hizo referencia a ellos, mientras que los manifestantes piden reformas constitucionales modernas, para una constitución que se remonta a la dictadura de Augusto Pinochet de 1980.

Días antes de finalizar su segundo mandato en marzo de 2018, la expresidenta Michelle Bachelet, le envió al parlamento un proyecto en el que trazaba un itinerario para redactar una nueva constitución, que contemplaba alternativas, como la convocatoria de una asamblea constituyente, una comisión parlamentaria o un modelo mixto de congresistas y representantes de la sociedad civil.

El proyecto de Bachelet es un excelente punto de partida para llevar adelante dichos cambios, afirman los expertos, aunque se considere que la asamblea constituyente es la mejor opción, por su amplia representatividad.

“Convoca a actores sociales distintos y podría ser el espacio institucional necesario para que aquellas voces que han sido postergadas durante los últimos 30 años, puedan tener un espacio de manifestación política”, señala abogado constitucionalista, Jaime Bassa, profesor de derecho constitucional de la universidad de Valparaíso.

Fuente
Cadem

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