Chilenos dicen no a la constitución de Piñera
Líderes chilenos y manifestantes rechazan plan de gobierno para reescribir la carta magna
Los manifestantes en Chile expresaron escepticismo el lunes sobre el anuncio del gobierno de que tomaría medidas para cambiar la constitución de la era de la dictadura del país, los manifestantes expresan que cualquier nueva constitución debe incluir el aporte del público a través de una asamblea constituyente.
El ministro del interior, Gonzalo Blumel, anunció el domingo por la noche que el gobierno se movería para redactar una nueva constitución, diciendo que el congreso sería responsable de reescribir el documento, que luego se sometería a un referéndum público.
Aparentemente, la medida tenía como objetivo apaciguar a los manifestantes que han realizado manifestaciones diarias durante más de tres semanas por la creciente desigualdad y los presuntos abusos de derechos, el anuncio fue visto, como poco, demasiado tarde por muchos, que exigen que el público tenga un papel en la redacción de cualquier nueva constitución.
«Es solo una estrategia para calmar las protestas y volver a una falsa normalidad», expresó Yerko Salvador, un músico callejero que ha estado protestando diariamente con su familia desde que comenzaron las manifestaciones.
«Este gobierno hará cambios superficiales a la constitución, no creo que estén buscando una nueva constitución. Toda la clase política se beneficia de la constitución de los años 80», afirmó, «pero no podemos seguir con una constitución hecha en la dictadura».
Una nueva constitución ha sido una demanda central de los manifestantes, quienes ven las desigualdades políticas y sociales como resultado del modelo económico construido por Augusto Pinochet, el dictador que gobernó Chile de 1973 a 1990.
La nueva constitución de Chile, debe comenzar a ser escrita con la participación de todos
Esta constitución, que Chile todavía tiene hoy, creó la base legal para un modelo económico impulsado por el mercado que privatizó las pensiones, la atención médica y la educación, el documento ha sido enmendado varias veces desde su promulgación en 1980.
Pero aquellos que piden un cambio indican que cualquier texto nuevo debe agregar una mayor protección de los derechos sociales y aumentar la participación ciudadana en la democracia de 30 años, los opositores a la revisión explican que el estatuto actual ha sido un pilar de la estabilidad económica y política del país.
Encuestas recientes en Chile muestran que el apoyo a una nueva constitución ha aumentado al 87%, mientras que el índice de aprobación del presidente Sebastián Pinera ha caído por debajo del 14%, Blumel señaló que se iniciará un proceso de «diálogo y conversaciones con todos los sectores y fuerzas sociales y políticas para lograr los acuerdos más amplios», pero no indicó una fecha límite.
Los manifestantes expresan que el hecho de que el congreso lidere los cambios institucionales muestra que el gobierno aún no escucha sus demandas, después del anuncio del domingo, el hashtag «Asamblea Constituyente o nada» fue tendencia en Twitter.
Una asamblea constituyente, expresan los manifestantes, incluiría la participación directa de la gente, en una declaración, el partido comunitario de la oposición advirtió que los ciudadanos no «validarían una constitución que emana del congreso», como ha sugerido el gobierno.
«La gente se ha expresado en las calles exigiendo el fin de la constitución de 1980, un texto ilegítimo y una fuente de concentración del poder económico y el abuso», expuso el partido de oposición, «lo que los ciudadanos demandan es una nueva constitución creada en un proceso ampliamente democrático y participativo. Ese camino es la asamblea constituyente».
La asociación de municipios en Chile emitió un comunicado, pidiendo un referéndum en diciembre para permitir que los chilenos decidan cómo debe adaptarse la constitución, mientras tanto, las protestas continuaron el lunes, con cientos de maestros marchando por la Alameda, la calle principal hacia el palacio presidencial, en una huelga nacional pidiendo una mejor educación.
Más de 20 personas han muerto en los disturbios, ahora en su cuarta semana, la policía ha sido acusada de usar fuerza excesiva contra los manifestantes y las empresas y el sistema de transporte del país también han sufrido daños por miles de millones de dólares por el saqueo, el vandalismo y los incendios provocados.
