«Se acabó», Jair Bolsonaro acepta la derrota en las elecciones presidenciales de Brasil
Según se informó, Jair Bolsonaro tiró la toalla después de su derrota en las elecciones presidenciales en Brasil el domingo, diciendo a los miembros de la corte suprema: «Se acabó».
El actual presidente, Jair Bolsonaro, guardó silencio durante casi dos días después de ser derrotado por el ex presidente izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva en la votación.
Cuando Bolsonaro finalmente apareció ante las cámaras el martes por la tarde, no admitió explícitamente la derrota ni felicitó a su vencido. Sin embargo, poco después de esa comparecencia, se dirigió a la corte suprema donde se reunió con siete de sus jueces.
Entre los jueces, Edson Fachin, quien luego expresó a los periodistas que Bolsonaro les habría indicado que entendía que la escritura estaba en la pared.
Bolsonaro, depuso su negativa a rendirse y entregó a Lula el liderazgo de Brasil
«El presidente usó el verbo terminar en tiempo pasado», expresó Fachin. «Él indicó: Se acabó. Por lo tanto, uno debe mirar hacia adelante».
En una entrevista con el diario O Globo, el vicepresidente de Bolsonaro, Hamilton Mourão, dejó en claro que aceptaba la derrota. «No tiene sentido llorar más, perdimos el juego», afirmó.
Mourão también señaló que se oponía a las protestas pro Bolsonaro que involucran a partidarios incondicionales que bloquean las carreteras para exigir un levantamiento militar. Esto, levó el caos del tráfico a ciudades como Río y São Paulo.
«Hay 58 millones de personas que están descontentas», explicó Mourão sobre los votantes de Bolsonaro. «Pero aceptaron participar en el juego. Así que ahora necesitan calmarse».
Bolsonaro pareció enviar un mensaje diferente con su discurso deliberadamente ambiguo de dos minutos. En él, el populista de derecha calificó las manifestaciones como «el fruto de la indignación y un sentimiento de injusticia sobre cómo se desarrolló el proceso electoral».
«Las protestas pacíficas siempre serán bienvenidas», señaló Bolsonaro, aunque expuso que la destrucción no era bienvenida. Según los informes, algunos partidarios incondicionales tomaron esas palabras como un llamado para que permanecieran en las calles.
Pero las manifestaciones parecían estar disminuyendo, y la policía federal de carreteras explicó que había 167 barricadas, frente a las 563 del lunes.
Lula ganó lo que fue ampliamente visto como la elección más importante de Brasil en décadas. Por un margen de 2,1 millones de votos, 50,9% a 49,1%, y rápidamente fue abrazado por la comunidad internacional después de cuatro años en los que Brasil se convirtió en un paria bajo Bolsonaro.
