El presidente de Brasil, afirmó que los gordos tienen menos posibilidades
El comentario sobre los «culos gordos» de Bolsonaro, seguido de las acusaciones de que los periodistas se involucran con el mal y el libertinaje, ocurrió un día después de que los medios de comunicación del establishment brasileño condenaran ampliamente al presidente por decirle a un reportero: «Quiero llenar tu boca con puñetazos».
Bolsonaro estaba reaccionando a una pregunta sobre el informe de la revista brasileña que revelaba los lazos entre su esposa y un ex ayudante arrestado por cargos de corrupción. Bolsonaro estaba hablando en un evento dirigido a médicos que manejaban pacientes con coronavirus.
Brasil tiene uno de los mayores números documentados de casos en el mundo, solo superado por Estados Unidos. En el momento de la prensa, Brasil ha documentado alrededor de 3,6 millones de casos de coronavirus y un poco más de 115 mil muertes.
Bolsonaro ha desarrollado una relación adversa con los medios de comunicación, quienes describieron el evento de Bolsonaro del lunes como destinado a promover el uso de hidroxicloroquina, un medicamento típicamente utilizado para combatir la malaria que ha desatado un acalorado debate mundial sobre su posible uso contra el coronavirus.
«Si la hidroxicloroquina no se hubiera politizado, se podrían haber salvado muchas más vidas», señaló el presidente a los médicos, y a agregar, «la historia no recordará a los débiles, cobardes, los gordos y silenciosos».
Los gordos no heredarán el mundo post pandemia, según el mesías de Brasil
El propio Bolsonaro dio positivo por coronavirus en julio, soportando lo que describió como un caso leve que parecía durar menos de un mes. Discutiendo su experiencia con la enfermedad el lunes, Bolsonaro atribuyó su éxito en combatirla a su pasado como «atleta», por no ser uno de los gordos de la prensa.
«Quiero llenar tu boca con puños, ¿de acuerdo?» respondió Bolsonaro, quien no abordó la acusación sobre que, Michelle Bolsonaro habría recibido alrededor de 13 mil dólares de Fabricio Queiroz, un ex conductor del senador Flavio Bolsonaro, hijo del presidente, arrestado por cargos de corrupción.
«Pero esa historia es acerca de un atleta, ¿sabes?», les comentó Bolsonaro a los periodistas. «En la prensa se dedica al libertinaje, pero cuando uno de ustedes, gordos, se enferma, las posibilidades de supervivencia son mucho menores». «Los gordos, sólo saben cómo hacer el mal, cómo usar un bolígrafo en gran parte malévolamente», agregó.
