El pedido de Fernando Blasi para aliviar las sanciones petroleras, refleja una fuerte ruptura con la campaña de «máxima presión» iniciada por los EEUU de la mano del expresidente Donad Trump y aupado por la oposición venezolana de los últimos cuatro años.
El nuevo representante de la oposición de Venezuela en EEUU, está instando a la administración Biden a relajar las sanciones petroleras paralizantes. O arriesgarse a ver que el país socialista se convierta en otra Cuba con Washington como chivo expiatorio por el creciente autoritarismo y las dificultades económicas.
El fracaso del enfoque de línea dura llevó a la oposición en enero a destituir al asediado ex legislador Juan Guaidó de su papel como «presidente interino». Un título que reclamó como jefe de la Asamblea Nacional elegida en 2015, ampliamente considerada la última votación democrática de Venezuela. La oposición remplazó ese arreglo, con un estilo más horizontal de liderazgo de políticos en su mayoría exiliados.
«Si continuamos por el camino de las sanciones petroleras, Venezuela está destinada a ser otra Cuba», afirmó Blasi. «Se convertirá en un problema para los políticos en Florida ganar las elecciones… Ese sería un destino extremadamente triste para un país«.
Las sanciones petroleras hundieron a Venezuela en la peor de sus crisis económicas
Blasi, de 51 años, discutió el futuro de las sanciones petroleras impuestas por EEUU en reuniones recientes con miembros del congreso. Aunque principalmente demócratas, incluido Gregory Meeks, el miembro de mayor rango en el comité de asuntos exteriores de la cámara de representantes.
Aunque fue designado en enero como enviado de la asamblea nacional en EEUU, este advirtió que no habla en nombre de la opositora plataforma de unidad en su conjunto. Reconoció que muchos de sus aliados en la coalición opositora se enfurecen ante la idea de recompensar a Maduro sin compromisos iniciales para nivelar el campo de juego antes de las elecciones presidenciales del próximo año.
La administración Biden señaló que está preparada para proporcionar un alivio de las sanciones petroleras. A cambio de medidas concretas por parte de Maduro, como prometer no prohibir a ningún candidato que surja de las primarias de la oposición a finales de este año.
Pero aparte de emitir una licencia a la multinacional estadounidense Chevron para que pueda reanudar la producción limitada de petróleo en Venezuela. A modo de prueba de seis meses, dejó en gran medida en su lugar una serie de sanciones petroleras punitivas heredadas de la administración Trump. Estas hicieron para forzar el cambio de régimen en la nación de la OPEP. Fuera una de sus principales prioridades de política exterior.