Ciencia y SaludInternacionales

Los inoculantes Sí, los gobiernos No

Pasada la desconfianza sobre los inoculantes, parece que son los gobiernos, los que más temor crean

Ya ha pasado año y medio desde que comenzó esta locura del Sars-Cov-2, del cual se desprendió la enfermedad del Covid-19. Misma que se cobró más de 4 millones de vidas al rededor del planeta. Los expertos afirman que la única manera de escapar de la enfermedad, es a través de los inoculantes.

Finalmente quedó demostrado que las vacunas, son las únicas armas para ganarle a la pandemia. Estas que son aprobadas por los reguladores de drogas de cada país en particular, al parecer, en este caso de emergencia mundial, es la geopolítica, quien tiene el control de los inoculantes.

Sin embargo, el ritmo en que se producen los inoculantes, la escala de la vacunación y una serie de otros factores aislados. Dejan a muchos en todo el mundo, con preocupaciones sobre la seguridad y eficacia de ellos.

Los organismos reguladores nacionales insisten en que, aún no se han limado las esquinas. Y sólo revisaron una parte de los inoculantes, para aceptarlos. Los datos proporcionados por las compañías farmacéuticas que muestran las principales vacunas ya aprobadas, son muy escuetos.

Inoculantes Sí...
La velocidad con que se desarrolla un fármaco o una vacuna depende de los recursos e interés que hay en el mundo para su perfeccionamiento.

No existe la vacuna mala, todas dieron buenos resultados y se ha demostrado que los inoculantes rusos y chinos, son los más efectivos

Más importante aún, es que, en casos poco significativos, los ensayos realizados en las tres vacunas más promocionadas por los medios occidentales, de Pfizer/BioNTech, la producida por Moderna, o la de Oxford/AstraZeneca, mostraron efectos secundarios significativos, pero manejables.

Una cifra mayor al 40% de su población, recibieron los inoculantes del Instituto Gamaleya de Rusia, Sinopharm y Sinovac de China. Ya establecidas, y que, a pesar de ser demonizadas, son bien toleradas y sin reacciones alérgicas adversas.

A pesar que los medios atacan a unas vacunas y glorifican a otras e incluso, si los laboratorios pelean una batalla por el control. Los gobiernos, no deberían tomar posición, ni partido en la contien

Fuente
Javeriana.EduLaVanguardiaScidev

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