Todo indica que habrá otro Niño en 2019

El niño, es el nombre que recibe un fenómeno o evento climático relacionado con el calentamiento del Pacífico oriental ecuatorial, el cual se manifiesta erráticamente cíclico que se produce entre 3 y 8 años, en 2015, fuimos testigos de que este último evento de El Niño que se convirtió en uno de los más fuertes de la historia.

Durante El Niño, una gran extensión de agua del Pacífico se vuelve más cálida que el promedio, alterando el patrón de intercambio de calor habitual con el aire sobre él que influye en los patrones climáticos en una reacción en cadena en todo el mundo.

El nombre de “El Niño” se debe a la asociación de este fenómeno con la llamada corriente del Niño, anomalía conocida por los pescadores del puerto de Paita, en el norte de Perú, quienes observaron que las aguas aumentaban su temperatura durante la época de las fiestas navideñas y los cardúmenes o bancos de peces desaparecían de la superficie oceánica, deduciendo que dicha anormalidad era debida a una corriente de aire caliente procedente del golfo de Guayaquil en Ecuador.

La organización meteorológica mundial alerta, que hay un 75 a 80% de probabilidades de que se forme un efecto del Niño en tres meses, el evento natural causa cambios en la temperatura del océano Pacífico y tiene una gran influencia en los patrones climáticos de todo el mundo y está vinculado a las inundaciones en América del Sur, Centroamérica y las sequías en África y Asia.

Un evento de El Niño aumenta el riesgo de fuertes lluvias e inundaciones en algunas partes del mundo

Los eventos de El Niño a menudo conducen a temperaturas récord a medida que aumenta el calor del Pacífico, de acuerdo con la actualización de la OMM, las temperaturas de la superficie del mar en el Pacífico este-central tropical han estado en niveles débiles de El Niño desde octubre, sin embargo, la atmósfera aún no ha respondido al calor adicional producido por los mares ascendentes.

Los científicos han estado prediciendo la probabilidad de un nuevo evento desde mayo de este año, con una confianza cada vez mayor, meteorología está estimando que un evento comenzará en diciembre y los meteorólogos estadounidenses dicen que hay un 90% de posibilidades de que el evento comience en enero, los modelos de la OMM predicen que un evento anómalo en toda regla se estima en un 75 a 80% de probabilidad entre diciembre y febrero de 2019.

En este punto, la OMM alerta que sus predicciones para el evento van desde solo una condición cálida-neutral hasta un evento de fuerza moderada con temperaturas de la superficie del mar que alcanzan un máximo de 0,8°C a 1,2°C por encima del promedio.

«No se espera que el pronóstico de El Niño sea tan poderoso como el evento en 2015 a 2016, que se vinculó con sequías, inundaciones y decoloración de coral en diferentes partes del mundo», afirmó Maxx Dilley, director de la rama de predicción y adaptación al clima de la OMM, «aun así, todavía puede afectar significativamente los patrones de lluvia y temperatura en muchas regiones, con importantes consecuencias para los sectores de la agricultura y la seguridad alimentaria, y para la gestión de los recursos hídricos y la salud pública, y puede combinarse con el cambio climático a largo plazo para impulsar 2019 Las temperaturas globales».