208 años: Venezuela sin independencia
El 5 de julio de 1811, siete provincias de Sudamérica declararon emanciparse
Según escribe en las crónicas de Venezuela, el día 5 a comienzos de la tarde se procedió a la votación que terminó hacia las 2:30 de la tarde, resultando aprobada la independencia con cuarenta votos a favor; la primera asamblea constituyente habría estado reunida en la ciudad de Caracas, desde el 3 de ese mismo mes, el entonces presidente del congreso, diputado Juan Antonio Rodríguez, anunció que estaba “declarada solemnemente la independencia absoluta de Venezuela”.
Ya han pasado 208 años desde ese viernes caluroso de julio, y hoy retumban las palabras escritas en ese pergamino más que nunca, en sus dos párrafos finales y después de dar una larga exposición de motivos, como quien no quiere dejar dudas, de que posee una razón, se puede leer:
Una frase que resumía todos los desmanes que se habrían cometido contra los venezolanos en cierne y que les habrían acarreado sufrimiento desmedido, humillaciones y vejámenes de parte de sus conquistadores, lo que siempre ha estado en contra del derecho humano e internacional.
Y hoy para recordar de lo que están hechos los venezolanos y lo que han pasado, la alta comisionada de los derechos humanos, Michelle Bachelet, ha presentado su informe final, sobre la situación de los derechos humanos en Venezuela y en ellos no sólo el gobierno ha quedado mal parado, sino que se ha evidenciado el estado de indefensión del pueblo de Venezuela.
La ONU emitió la severa evaluación, a medida que surgieron horribles detalles de las lesiones infligidas a presuntamente torturados hasta la muerte durante la ofensiva contra presuntos conspiradores contra el presidente Nicolás Maduro.
El informe de la jefa de derechos humanos de la ONU, Bachelet, que sigue a una misión de tres días al país sudamericano el mes pasado, acusa a las fuerzas de seguridad de Maduro de cometer una serie de «violaciones graves» contra los disidentes venezolanos y lo exhorta a disolver unas notorias fuerzas especiales, un grupo culpado por una ola de asesinatos por motivos políticos.
Celebrar el día de la independencia en estos términos es casi un insulto para Venezuela
El documento de 16 páginas también contiene detalles escalofriantes de las técnicas supuestamente utilizadas por los servicios de seguridad e inteligencia de Venezuela para interrogar e intimidar a los miembros de la oposición política, como Maduro lucha por conservar el poder.
El informe dice que, en decenas de casos identificados por investigadores de la oficina del alto comisionado de las naciones unidas para los derechos humanos, ACNUDH, «mujeres y hombres fueron sometidos a una o más formas de tortura o tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes, entre ellos”.
«Las fuerzas de seguridad y los servicios de inteligencia… Recurren rutinariamente a tales prácticas para extraer información y confesiones, intimidar y castigar a los detenidos», agrega.
El informe también es muy crítico con las FAES, revelado por un sospechoso activista de la unidad de fuerzas especiales que ha sido encargado de someter a Maduro en la periferia empobrecida de Venezuela.
El informe señala que el equipo de Bachelet entrevistó a familiares de 20 jóvenes asesinados por FAES entre junio de 2018 y abril de este año, todos los cuales describieron un modus operandi similar, agentes fuertemente armados y con pasamontañas asaltan sus casas y separan sus objetivos de sus familias antes de dispararles.
«Según sus familiares, casi todas las víctimas recibieron uno o más disparos en el pecho», detalla el informe.
El gobierno de Maduro rechazó el informe «distorsionado» en una refutación de 11 páginas que acusaba a Bachelet de ofrecer «una visión selectiva y abiertamente parcial» sin independencia, de los derechos humanos en Venezuela, «las imprecisiones, los errores, las descontextualizaciones y las afirmaciones falsas son innumerables», afirmó.
Las autoridades venezolanas se han movido rápidamente para retratar los asesinatos como el acto de un pequeño grupo de oficiales de inteligencia, actuando de manera independiente y ya el lunes, el fiscal general Tarek Saab, cercano asesor de Maduro, indicó que había ordenado que dos agentes sospechosos de estar involucrados en el «incidente desafortunado de Acosta Arevalo» fueran arrestados por cargos de homicidio.
Una investigación imparcial…
Saab prometió una investigación «objetiva, independiente e imparcial» y dijo que los culpables recibirían un «castigo ejemplar», pero el informe de Bachelet sugiere que no era probable que tal cosa sucediera, al menos no en este momento.
El informe reza: «La oficina del fiscal general ha incumplido regularmente su obligación de investigar y procesar a los perpetradores…», continua.
«…Las instituciones responsables de la protección de los derechos humanos, como la oficina del fiscal general, los tribunales y la defensoría del pueblo, generalmente no realizan, investigaciones rápidas, efectivas, exhaustivas, independientes, imparciales y transparentes sobre violaciones de derechos humanos y otros delitos cometidos por actores estatales, llevan a los responsables ante la justicia y protegen a víctimas y testigos».
Unas frases que quedan latiendo en la cabeza y nos traen a la memoria lo que se lee en el acta de independencia, sí esa misma acta con la que celebran hoy los venezolanos la independencia, “… En atención a todas estas sólidas, públicas e incontestables razones de política, que tanto persuaden la necesidad de recobrar la dignidad natural, que el orden de los sucesos nos ha restituido…” y es aquí, donde se hace uso del poder constituyente y se le da fuerza y razón.
Pero hay más, «El que tenga ojos que vea», “… En uso de los imprescriptibles derechos que tienen los pueblos para destruir todo pacto, convenio o asociación que no llena los fines para que fueron instituidos los gobiernos, creemos que no podemos ni debemos conservar los lazos que nos ligaban al gobierno…”, lo que tiene rango y poder originario.
Al final el informe de la ONU: “Insta al gobierno de Venezuela a adoptar de inmediato medidas específicas para detener y remediar las graves vulneraciones de derechos económicos, sociales, civiles, políticos y culturales que se han documentado en el país”.
Toda una arenga, razón por la cual “… Estamos libres y autorizados para no depender de otra autoridad que la nuestra, y tomar entre las potencies de la tierra, el puesto igual que el Ser Supremo y la naturaleza nos asignan y a que nos llama la sucesión de los acontecimientos humanos y nuestro propio bien y utilidad”, en esto se nos va la vida.
No se está invitando a tomar las armas, pero tampoco se desconoce que el poder no reside en el ejecutivo, ni en persona alguna y que si «reside en el pueblo y es él mismo, el artífice de su propio destino», ya bien lo decía Simón Bolívar.
