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Desaparecen tortugas en la costa del Pacífico

La especie enfrenta a amenazas de la caza furtiva y calentamiento mares

Cada año, desde noviembre hasta marzo, las tortugas llegan a las costas solitarias de la reserva de vida silvestre del río Escalante, Chacocente en Costa del Pacífico de Nicaragua para poner sus huevos, pero a diferencia de los años anteriores, este año no han llegado, no sólo en una cantidad menor, sino que no han llegado a desovar en la costa.

Aunque varían los hábitos de anidación de las tortugas Baulas, Chacocente ha sido un sitio confiable de puesta de huevos para que los conservacionistas, recojan datos de anidación, pero este año, no hubo una solo, no vinieron a Chacocente y los grupos de conservación en Costa Rica y México, han registrado una caída en avistamientos de las tortugas.

«Esta es la primera vez ha ocurrido y lo más probable es que sucederá una vez más,» indicó Alison Gunn, del programa internacional responsable de la fauna y Flora de las Américas y el Caribe, que etiquetas todas tortuga hembra Baula que anidan en Chacocente, «ven como un indicador que debemos realmente sentarnos y tomar nota».

El más grande de todas las tortugas marinas, las tortugas laúd puede pesar hasta 680kg y llegar a más de 2 metros de longitud, colocando entre los reptiles más grandes del mundo.

Pero a pesar de su enorme tamaño, las poblaciones de tortuga baula enfrentan a amenazas de la actividad humana, y la población del este del Pacífico de las tortugas Baulas está clasificada como en peligro crítico, la pesca legal e ilegal han ayudado a su descenso rápidamente.

La caza furtiva de los huevos en América Central es otro de los componentes de la baja densidad de la población de esta especie y de otras muchas, por consideran los huevos de tortuga como un manjar y en algunas comunidades se le conoce como un afrodisíaco.

Tortugas Marinas.
Este año se apreciaron no menos, sino, ninguna tortuga en los sitios de anidación y desove, lo que plantea un futuro incierto para la especie, que ya estaba en peligro de extinción y enciende las alarmas sobre el calentamiento global.

Las tortugas por millones de años han desovado en las costas de américa

En el 2018, Velkis Gadea, director de conservación de las tortugas del programa internacional Flora y Fauna en Nicaragua, FFI, afirmó mientras que, en los últimos años, anidaban de 30 a 40 en Tinglares en una temporada, y que su número más recientemente habría descendió a cinco.

FFI estima que sus programas de educación y conservación protegen ahora 90% de los nidos de Baulas y Laúd de Nicaragua, pero que no ha sido suficiente para deshacer el daño histórico.

«Los informes que tenemos de los ancianos en la comunidad, explica que, en los años 80, antes del auge de la caza furtiva, había tortugas anidando por centenares en Chacocente, y ahora hay una cantidad muy discreta de tortugas laúd», comentó.

«Sabemos que mientras estamos haciendo todo lo posible para aumentar el reclutamiento de crías de tortugas hay otros factores», mientras que los esfuerzos de conservación se han centrado en la lucha contra la cosecha humana de las tortugas, también está creciendo evidencia que el calentamiento de las temperaturas podría desempeñar un papel en la disminución de la población.

En la especie baula, Laúd y otras especies marinas, el sexo de una tortuga se determina por la temperatura de la arena donde se incubó el huevo, al haber temperaturas más altas producen huevos de hembra, y los científicos sospechan que una porción grande de crías de tortugas marinas de ahora son mujeres.

Durante nueve años de estudio en el Pacífico Oriental encontró que los nidos de tortugas marinas fueron 79% mujeres, otro estudio en Australia encontró tortugas más hembra que machos en un promedio de 116 a 1.

Este desequilibrio de género puede no ser todavía lo suficientemente extremo para afectar a las poblaciones de tortugas marinas, pero biólogos advierten que, si las temperaturas continúan aumentando y empuja el cociente del sexo al 100%, podría devastar las poblaciones.

«Es desgarrador pensar que todos los esfuerzos de conservación podrían ser en vano si no se abordan las amenazas hechas por el hombre a las tortugas una vez que llegan hasta el mar», explicó Gunn, «las tortugas marinas han estado aquí desde la época de los dinosaurios, no les debemos dejar morir en nuestro tiempo».

Fuente
TortugasNicasElNuevoDiario

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