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Bolsonaro despide al jefe del FUNAI

En medio de protestas indígenas el presidente brasileño busca abrir el Amazonas

El despido del jefe de FUNAI se produce cuando el presidente Bolsonaro persigue abrir las tierras de las reservas para la actividad comercial, el jefe de la agencia de asuntos indígenas de Brasil comentó que fue despedido luego de ser forzado pues Bolsonaro está defendiendo la actividad comercial y el desarrollo agrícola del Amazonas más allá de los indígenas.

Franklimberg Ribeiro de Freitas, jefe de la agencia nacional de asuntos indígenas, FUNAI, fue destituido del cargo por el ministerio de mujeres, familia y derechos humanos, confirmaron funcionarios del gobierno de Bolsonaro.

Bajo un decreto firmado por el presidente brasileño, luego de que asumiera el cargo en enero, el ministerio de mujeres, familia y derechos humanos supervisa al FUNAI, este último está encabezado por un pastor evangélico que quiere cristianizar a los indígenas.

En declaraciones a los empleados de la agencia, De Freitas culpó a Luiz Antonio Nabhan García, secretario de asuntos territoriales del ministerio de agricultura, por su despido, en comentarios que este realizó a medios internacionales.

De Freitas, antes había sido despedido del FUNAI durante el gobierno de Temer, en abril de 2018 en medio de la presión de un poderoso lobby de agronegocios, el ex director del FUNAI, también explicó que Bolsonaro estaba «muy mal aconsejado».

En mayo, la cámara baja del congreso de Brasil rechazó la decisión de Bolsonaro de poner las decisiones sobre reclamos de tierras indígenas en manos del ministerio de agricultura, optando por mantenerlas a cargo del FUNAI en su lugar.

Jair Bolsonaro.
Joenia Wapichana, la primera congresista indígena en Brasil, comentó durante su breve período en el cargo que «el gobierno no está abierto» a la lucha indígena, «el gobierno es completamente anti indígena y Jair Bolsonaro solo está abierto a aquellos que defienden la minería y el acaparamiento de tierras».

Bolsonaro ha quitado la protección a los pueblos indígena en pro del agronegocio

Bolsonaro, con su marca de fuego de extrema derecha, ha alarmado a los antropólogos y ecologistas al planear asimilar a los 800 mil indígenas de Brasil, poco menos del 1% de la población del país, a la sociedad brasileña y abrir tierras de las reservas para la agricultura comercial y la minería, incluso en la selva amazónica.

Bolsonaro ha dicho anteriormente que las tribus indígenas viven en la pobreza y no deben ser retenidas dentro de las reservas «como los animales en un zoológico», sino que se les debe permitir participar en el desarrollo de sus tierras y cobrar regalías a las empresas.

Alrededor del 13% del territorio nacional de Brasil está demarcado como tierra indígena, definida como un área habitada y exclusivamente poseída por pueblos indígenas, en donde la actividad del agronegocio está vedada.

Alrededor del 98% de dicho territorio se encuentra en la Amazonía, un ecosistema considerado por los científicos ambientales como un amortiguador crucial contra los impactos globales del cambio climático.

La articulación de los pueblos indígenas de Brasil, APIB, la principal organización que defiende los derechos indígenas alertó que el presente es un «contexto muy grave».

«Desde que el gobierno de Bolsonaro asumió el cargo, se han implementado varias medidas que afectan directamente los derechos de los pueblos indígenas», explicó Luiz Eloy Terena, consejero legal de APIB.

Fuente
Pressenza

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